Título original: The House I Live In
Año: 2012
País: Estados Unidos
Director: Eugene Jarecki
Guión: Eugene Jarecki
Música: Robert Miller
Fotografía: Sam Cullman y Derek Hallquist
Valoración: 7/10
Seguramente una de las guerras más desapercibidas para el gran público sea la "guerra contra las drogas" que se desarrolla en Estados Unidos. The house I Live In es una aproximación al mundo del narcotráfico y al papel de la clase política desde la segunda mitad del siglo pasado. Este documental nos muestra el papel de las clases sociales y su segmentación en base a cada tipo de droga en contraposición con el número de presos del país que asciende a la friolera del 25% de los presos del planeta. Así, con un montaje muy dinámico, la cinta que ganó el premio a mejor documental en el Festival de Sundance 2012 nos muestra todo tipo de macro cifras escalofriantes y testimonios de ambos lados que viven cada día la guerra a pie de calle, desde la primera fila.
Tal y como nos avanzan en la sinopsis, estamos ante la versión documental de la aclamada serie The Wire, una de las aproximaciones más realistas al mundo de la droga desde la ficción. Esta estrecha relación se hace todavía más patente cuando en el documental podemos ver al propio David Simons – el creador de la serie de televisión – ofreciéndonos su testimonio en base a su conocimiento en la materia. Simons nos ofrece su particular visión de las leyes antidroga, una enorme maquinaria que mueve cantidades astronómicas de dinero en el sector carcelario. Tanto en el documental como en su serie, nos hace tomar conciencia de que en multitud de barrios estadounidenses la única “salida laboral” es el tráfico de drogas sacando a la luz el fracaso de la administración.
Nixon declaró la guerra contra las drogas hace más de 40 años. El papel de la clase política y el poder destructivo de muchas de las leyes antidroga son el pilar fundamental de este documento que, ideologías políticas al margen, se presenta como una completa radiografía de la situación actual en muchos de los actuales guetos estadounidenses. Puede que en su tramo final The House I Live In tome un aire conspiranoico con fascinantes teorías referentes al orden económico y al control racial que desemboca en un control de clases sociales. Quizás un tanto exagerado pero como suele pasar con este tipo de teorías, cada uno puede extraer sus propias conclusiones. Es cierto que la película demuestra con sólidos argumentos lo que anuncia su eslogan "la guerra contra las drogas nunca ha tratado sobre las drogas". En cualquier caso, esta guerra ha fracasado, la distancia entre los distintos estratos sociales es cada vez mayor y, cada vez más se pone pone de manifestó la imperiosa necesidad de un cambio de modelo, si es que a la administración le interesa.
No me interesaba mucho pero me ha gustado la mención sobre the wire. Sobre ver que hay detrás del comercio de droga desde esa perpsectiva. Eso sí creo que los negros americanos yacen re-contra sobrevalorados, sin ser racista creo que es el único lugar del planeta (EE.UU) donde se creen siempre una especie de tipo muy especial, y me parece que es más la violencia que implican al defender sus postulados. Por eso lo de conspiración contra ellos me parece ridículo. y de ahí que me entren dudas de querer ver este filme. Estoy a medidas. Un saludo.
ResponderEliminarMás que por los negros en sí crítica la segmentación social en término generales. Está claro que los negros están muy presentes. Si eres fan de la serie The Wire te gustará, amplía con cifras lo que muestra la propia serie.
EliminarUn abrazo!
Pues ésta no la he visto ni ya la veré. En el Atlántida,digo, luego no sé. Ayer concluí mi periplo por el festival de Filmin con la muy floja "The we and I", ahí si estamos de acuerdo y en general, aunque el nivel no ha estado mal, ha sido algo inferior a lo que en principio yo esperaba. Éso sí, el salto cualitativo y de promoción del festival ya no tiene vuelta atrás y merece que estemos atentos al año que viene de su programación, como de un festival más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también creo que el festival ha dado un gran salto este año. Han dispuesto de títulos de primera fila de múltiples festivales. Uff, The We an The I al final es muy cansina. Esta es buena, el problema como siempre es la falta de tiempo, pero si alguna vez se te cruza, no le hagas ascos.
EliminarUn abrazo!