Año: 2012
País: Bélgica
Director: Peter Brosens y Jessica Woodworth
Guión: Peter Brosens y Jessica Woodworth
Música: Michel Schöpping
Fotografía: Hans Bruch Jr.
Reparto: Aurélia Poirier, Django Schrevens y Sam Louwyck
Valoración: 8/10
Web : http://www.thefifthseason.be/
Apocalipsis de autor. Es uno de los apelativos que más se han utilizado para definir la película dirigida por el matrimonio formado por Peter Brosens y Jessica Woodworth. Ambos realizadores filmaban sendos documentales en pleno invierno mongol cuando se conocieron y decidieron que estaban hechos el uno para el otro. La cinquième saison cierra la trilogía formada por Khadak, (rodada en Mongolia) y Altiplano (en Bolivia) que gira en torno a la relación del hombre con la naturaleza. Según el propio Brosens, al volver a su Bélgica natal tras el rodaje de sus dos anteriores películas, un día paseando por el campo ambos se preguntaron: “¿Qué pasaría si no llegara la primavera?”. Presentada en la pasada edición del Festival de Venecia, la película consiguió dos menciones y posteriormente se alzó con el FIPRESCI y el Premio Especial del Jurado en la Semici de Valladolid. Con este interesante currículum y un cielo de tonos amarillentos sobre Barcelona tras la lluvia incesante a modo de promoción, llega La cinquième saison al D’A.
Toda la acción sucede en un pueblo de la región de las Ardenas belgas. Una región de costumbres y tradiciones, sí, como el de Les quattro volte. El fin del invierno se acerca y ha llegado el momento de celebrar el festival que da la bienvenida a la primavera. Pero no todo sale según lo previsto y es que el apocalipsis no entiende de rituales. La primavera no llegará nunca y los habitantes del pueblo se sumirán en una situación de desamparo total.
Esta quinta estación podría verse como un preámbulo de la famosa novela (también notable película) The road de Cormac McCarthy. El origen del fin se encuentra en un giro de la naturaleza contra el hombre, pilar fundamental de esta inquietante pesadilla kafkiana. Pero lo más inquietante de La cinquième saison no es la progresiva deshumanización de sus personajes, es su aterradora composición preciosista recreada gracias a una fotografía y un uso de la música excelente. Su impresionante factura técnica evoca en determinados momentos la estética del cine de Tarkovsky o del actual Reygadas, recreando así auténticos momentos de una belleza espeluznante. Un mal rollo progresivo que termina por hacerse con el alma del espectador tras haber sembrado un desasosiego sobrecogedor desde el principio de la película.
Las similitudes con el apocalipsis de Bela Tarr son más que evidentes. En esa misma pérdida de la esencia de las cosas, La cinquième saison amplía el campo de visión cuando muestra la descomposición del tejido social dentro de su microcosmos rural. Es de recibo advertir de la narración pausada de la película que la aleja de cualquier propuesta convencional como se puede apreciar en las sugerentes imágenes que han llegado de la película. Peter Brosens y Jessica Woodworth se dan a conocer así para una gran parte del público cinéfilo que ahora buscaremos ansiosamente el momento para rescatar sus dos anteriores obras para tener los deberes hechos el día que llegue el fin del mundo.