Donostia 2012: Día 1. El amor de la bestias del sur

El Zinemaldia ha empezado y  esta primera jornada no podía arrancar de mejor forma. Una gran multitud de público y prensa se ha agolpado en el gran Kursaal a primera hora de la mañana para ver la película que ha inaugurado la Sección Oficial del certamen, Arbitrage (El fraude). La ópera prima de Nicholas Jarecki es un thriller ambientado en el mundo de las altas esferas en el contexto de la crisis financiera actual cuyo máximo aliciente ha sido poder disfrutar de la agradable presencia de Richard Gere y Susan Sarandon en la ciudad. En paralelo a la cinta inaugural hemos asistido al pase de Silent City, una de las pequeñas grandes películas de Nuevos Directores. Después venía un peso pesado, Beasts of southern wild, la ópera prima de  Benh Zeitlin que llega después de su exitoso pase por Sundance y Cannes.

La primera película de la tarde ha sido otra Perla, la Palma de Oro de la pasada edición del Festival de Cannes, Amour. Michael Haneke dedica una película al amor y lo hace a través de una pareja de octogenarios profesores de música clásica. Con un nudo en el estómago nos hemos dirigido a la que ha sido la última sesión del día, la preseleccionada para el Oscar Blancanieves de Pablo Berger. Tras el éxito de The artist, llega de nuevo una historia muda en Blanco y Negro realizada con mucha perspicacia y buen gusto.

San Sebastián sigue recibiendo invitados de primera fila. Hoy han llegado a la ciudad Ben Affleck, Olivier Assayas, Mia Hansen-Love, Maribel Verdú y José Sacristán entre otros. Nosotros hemos podido disfrutar de la compañía de Daniel Gálvez, amigo bloguero que también está cubriendo el festival en Cine latino, y ha llegado esta mañana, no os lo perdáis. Mañana Argo, Après mai y Savages además de nuestro debut en Horizontes latinos.

Arbitrage (El fraude)
Valoración 5/10

Richard Gere encarna a un empresario multimillonario en Arbitrage. Robert Miller es un triunfador tanto en lo personal como en lo profesional pero a veces las apariencias engañan y su prioridad principal es vender a toda costa su multinacional para encubrir un fraude que ha cometido a espaldas de su familia. Un irremediable error con su amante (Laetitia Casta) pondrá en peligro toda la estabilidad del entorno del magnate.

El problema de Arbitrage es que es una película demasiado convencional para ser la inauguración del Zinemaldia. La ópera prima de Nicholas Jarecki es una historia muy vista con unas interpretaciones correctas que no consiguen levantar este thriller ambientado en la crisis económica actual. Ese entorno de crisis, más la ausencia de moral de su personaje protagonista recuerda a la ya lejana La hoguera de las vanidades. Si además al final tenemos un buen lío de faldas, perfecto, así cualquier cadena estatal podrá comprar la película para ponerla los sábados por la tarde. Lo más destacable es su atmosférica banda sonora, cortesía de Cliff Martinez y la agradable sorpresa que se lleva uno en los créditos finales al escuchar una canción de la desaparecida Björk.

Richard Gere y Susan Sarandon eclipsan

Tras la proyección de Arbitrage hemos podido asistir durante unos minutos a la rueda de prensa con Nicholas Jarecki y los dos actores protagonistas de la película Richard Gere y Susan Sarandon, dos estrellas con nombre propio. A Jarecki le han preguntado si ha pensado en el Oscar al realizar la película, a lo que el realizador ha contestado que la única intención del film es el entretenimiento.

Al estar ambientada en la crisis actual los dos actores han manifestado su opinión al respecto. Gere dice que le interesaba el tema al escoger el guión porque es una cuestión que afecta a todo el mundo. Sarandon ha manifestado que más allá de la polarización política que existe en Estados Unidos, alguien tendría que darse cuenta que algo más global no está funcionando como diría el Dalai Lama (añade entre risas). La química entre los dos actores es evidente dentro y fuera de la pantalla y así lo han demostrado durante toda la rueda de prensa que se ha desarrollado entre risas y bromas.

Silent city
Valoración: 7/10

Rosa llega a Tokio para aprender el arte de cortar pescado de la mano del Maestro Kon, el mejor chef de pescado de todo Japón. Una vez allí, los problemas provocados por la incomunicación y la falta de dinero complicarán sus aspiraciones. La holandesa Threes Anna presenta en Nuevos directores su segunda película, una cinta sobre la incomunicación y las esperanzas vitales que junta dos culturas tan distanciadas como la holandesa y la nipona para acentuar los contrastes.

Silent city ha sido una grata sorpresa en una jornada marcada por grandes títulos que venían respaldados por su buena acogida en Cannes y Toronto. Con una dirección detallista con influencias orientales y una preciosa fotografía que hace un uso brillante de la profundidad de campo para contarnos los pensamientos de sus protagonistas sin uso de palabras, Silent city logra una pequeña gran película, que no pasará a la historia pero que resulta mucho más que recomendable.

Beasts of the southern wild (Bestias del sur salvaje)
Valoración: 9/10

Benh Zeitlin ha conseguido con su ópera prima Beasts of the southern wild revolucionar la temporada cinematográfica actual. Su participación en Sundance le sirvió para abrir una cosecha imparable de premios al conseguir el galardón a mejor fotografía y el Gran premio del jurado, pero fue en su paso por Cannes donde arrasó como si de un huracán se tratase al alzarse con el FIPRESCI de Un certain regard, la Cámara de Oro, el premio de la juventud y una mención especial del jurado ecuménico.

Viendo Bestias del sur salvaje no es de extrañar que sea una de las sensaciones de la temporada. Esta cinta independiente nos cuenta la historia de Hushpuppy, una niña de seis años que vive con su padre al sur del dique construido para separar la civilización de las zonas que quedarán anegadas tras el deshielo polar. La pequeña comunidad sureña donde vive, con evidentes referencias al New Orleans del Katrina, ha dado la espalda al frenetismo del primer mundo y está más preocupada por vivir al día y disfrutar del momento ante el peligro que los acecha. En este mundo preapocalíptico con tintes distópicos, el universo depende de que cada pieza encaje en su lugar, algo que la película logra en casi todo su metraje.

Bestias del sur salvaje es heredera de El árbol de la vida de Malick y presenta muchos puntos en común con Donde viven los monstruos de Spike Jonze, pero a diferencia de ambas cuenta con un sólido guión donde apoyarse y nos ofrece una película que se aparta de todo convencionalismo para ofrecer un producto único y novedoso. Por si fuese poco Benh Zeitlin no solo la dirige, sino que firma el guión y la música. Un portentoso talento al que seguiremos desde muy cerca.

Amour (Amor)
Valoración 8/10

Es muy difícil, por no decir imposible acabar con buen cuerpo tras el visionado de cualquier película del germano-austríaco Michael Heneke, Amour no ha sido la excepción. Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva encarnan a una pareja octogenaria, en su día profesores de música clásica. El amor que ha unido a la pareja durante toda una vida, se verá puesto a prueba inesperadamente cuando ella sufra un ataque. Una historia que se alzó con la Palma de Oro en la pasada edición del Festival de Cannes.

Con la dureza que habitualmente le caracteriza, Haneke deja de lado la sutilidad que demostró en su anterior película, La cinta blanca, para ofrecer una visión directa sobre el fin del amor. Formalmente Amour es muy sencilla y su estructura es metódica como si de una partitura de Schubert se tratara. Los intérpretes de la partitura, es decir, Trintignant y Riva, realizan un trabajo actoral impresionante, sin duda lo más destacado de la cinta. Haneke firma un retrato del amor y del dolor desde una perspectiva conmovedora y sensible: la vida en el más amplio sentido del término.

Blancanieves
Valoración: 7/10

Con tan solo dos películas a sus espaldas, Pablo Berger se empieza a hacer un hueco entre los directores más reputados del cine español. Tras la buena acogida de Torremolinos 73 ha saltado a la primera plana de la actualidad cinematográfica mundial con su particular versión del cuento de los hermanos Grimm, Blancanieves. Su acogida en el pasado festival de Toronto levantó pasiones y se rumorea que Harvey Wenstein tiene intención de distribuirla para intentar repetir el éxito arrollador que obtuvo el año pasado con The artist.

Los paralelismos con ésta última no son gratuitos ya que de nuevo estamos ante una cinta muda y en blanco y negro que homenajea a las películas de los años 20, aunque la diferencia es clara, ya que Blancanieves abandona el Hollywood dorado de los felices años 20 para situarnos en una Sevilla taurina transformando a los enanos en toreros. Sin duda alguna lo mejor de la propuesta es una Maribel Verdú en estado de gracia permanente ejerciendo de divina y malvada madrastra siempre ataviada a la última moda parisina de la época. La preciosa fotografía en blanco y negro, la magnífica banda sonora con toques flamencos de Alfonso Vilallonga, un sentido del humor muy bien dosificado y especialmente su originalidad en algunos puntos consiguen un conjunto más que notable, aunque la sombra de The artist resta encanto a la propuesta.