Lila dice de Ziad Doueiri

Título original: Lila dit ça
Año: 2004
País: Francia
Dirección: Ziad Doueiri
Guión: Ziad Doueiri, Mark Lawrence y Joelle Touma
Basado en: Lila dit ça de Chimo
Intérpretes: Vahina Giocante, Moa Khouas y Karim Ben Haddou
Fotografía: John Daly
Música: Nitin Sawhney
Montaje: Tina Baz

Valoración: 7/10


¿Quieres mirar debajo de mi falda?

El director libanés Ziad Doueiri participará en la sección oficial de Zinemaldia 2012 con su tercera película, The Attack. Con tan solo dos películas previas, Doueiri ha conseguido varios premios en algunos de los festivales más prestigiosos. Su ópera prima West Beirut, una comedia dramática sobre la guerra del Líbano que paliaba su falta de medios con una puesta en escena poética y efectiva, consiguió el Fipresci en el Festival Internacional de cine de Toronto, el premio de la juventud en Valladolid y el François Chalais en Cannes entre otros. Lila dice, su segundo film y en el que nos centraremos hoy, participó en la sección oficial de Sundance y consiguió el premio a mejor guión y actor en el festival Internacional de Gijón. Al margen de su carrera como director, este joven formado en Estados Unidos es el autor de los guiones de todas sus películas y ha participado como primer asistente de cámara en las películas de Quentin Tarantino Reservoir dogs, Pulp Fiction o Jackie Brown.

Ziad Doueiri

Lila, una joven de 16 años, vive con su tía en un barrio marginal de mayoría musulmana en las afueras de Marsella. Sus ojos azules, su pelo rubio, su belleza y sensualidad no pasan desapercibidos entre los jóvenes del barrio ni entre su extraña tía, que ve las bondades de Dios en el bello púbico de su joven sobrina. Lila se siente atraída por Chimo, uno de los chicos del barrio, y empieza a coquetear con él a escondidas mientras Mouloud, el mejor amigo de Chimo, se va obsesionando cada vez más con la chica.

Lila dice se basa en una novela anónima y nos invita al despertar sexual de estos Romeo y Julieta de las afueras marginales marsellesas, una historia dolorosa y mágica a partes iguales, de encuentros y desencuentros con un alto contenido erótico gracias a sus diálogos cargados de sensualidad y sexo oral. Doueiri consigue hacernos partícipes de esta historia desde su mismo epicentro gracias a un excelente uso de la cámara, que se acerca a los jóvenes protagonistas de forma descarada para ofrecernos primerísimos planos de sus conversaciones con imágenes luminosas y coloristas.

La pareja protagonista, realiza unos papeles tan convincentes que dan veracidad a una historia un tanto manida. Además de la historia de amor, Doueiri trata temas importantes como los problemas de la inmigración, el paso a la vida adulta, la importancia de la propia identidad o la superación en entorno hostiles donde la falta de oportunidades empujan a los jóvenes a la delincuencia. Lila dice es erotismo, pero ese erotismo que sucede en el ojo del espectador, ese que no muestra pero que sugiere, ese que es más sensual y duradero que el sexo explícito.

Lo mejor: El sexo oral de sus diálogos y los movimientos de cámara
Lo peor: Es una historia de amores adolescentes habitual que argumentalmente aporta pocas novedades