Bellflower

Título original: Bellflower
Año: 2011
País: Estados Unidos
Dirección: Evan Glodell
Guión: Evan Glodell
Intérpretes: Evan Glodell, Jessie Wiseman, Tyler Dawson
Música: Jonathan Keevil, Kevin MacLeod
Fotografía: Joel Hodge
Montaje: Evan Glodell, Vincent Grashaw, Joel Hodge, Jonathan Keevil

Valoración: 8/10
Web: http://www.coatwolf.com/

- Vale. Imagina... El apocalipsis está empezando, ¿verdad?

- Vale, lo estoy imaginando.

- Y nadie está listo, ¿cierto? Porque acaba de suceder, y todo es caos, y todo el mundo está en plan "¿Qué hacemos?". En plan, "el puto mundo está acabando."

- Y nos introducimos en el más maligno, ruidoso, jodido y flameante coche.

- Y uno de nosotros sale con cientos de libras de cobre y acero atadas a la espalda y justo empieza a incendiarse todo

- Completamente rodeado de fuego.

- ¿Bien?

- ¿Quién crees que estará al cargo?

- ¿La Madre Medusa?

- La Puta Madre Medusa.

Woodrow y Aiden viven con una obsesión: no quieren que el día que llegue el Apocalipsis les pille desprevenidos. Han aprendido todas las enseñanzas del cine post-apocalíptico para construir armas lanzallamas y la que será su obra culminante, La madre Medusa, un coche infernal que escupe fuego inspirado en la película Mad Max. Todo cambia el día que Woodrow conoce Milly y el amor entra en sus vidas. Nadie se espera que esa historia de amor tome derroteros tan complicados que acaben desatando un particular Apocalipsis.

Bellflower se presenta como un sueño pre-apocalíptico tan brutal visualmente como confuso y carismático en su narración. Su fotografía quemada por el calor y un desorden omnipresente cortesía de un guión confuso, son los rasgos principales de una película que se sale fuera de cualquier convencionalismo y que provoca férreas pasiones contrapuestas, convirtiéndola en candidata a película de culto. Por un lado Bellflower posee una falta de perspectiva que no da tregua, por el otro de una riqueza visual fascinante, dejando claro que la proximidad entre el odio o la admiración por la película se encuentran siempre a distancia muy corta.

Personalmente he tomado posición y me decanto por su fascinación, sus imágenes oníricas, su extravagancia y sobre todo su originalidad y atrevimiento. Evan Glodell construye la ópera prima indie más desafiante y arriesgada del año en contraposición a otras opciones más convencionales como Margin call,  Martha Macy May Marlene o Tyrannosaur. Esa factura más atrevida es su punto más fuerte y a la vez su peor enemigo, recordemos que en España no está previsto su estreno por el momento y es por ello que hemos podido disfrutar de ella en el Atlantida Film Fest. Desde pequeñito siempre he sido fan de las películas de Mad Max; tras el visionado de Bellflower puedo decir que ya no me imagino un nuevo apocalipsis sin Madre Medusa, la puta Madre Medusa.

Lo mejor: la ambientación y la atmósfera recreadas
Lo peor: sus carencias de guión que la alejan de lo que podría ser una película extraordinaria

La Coatwolf Modelo II

Con un presupuesto de 17.000 dolares, un trabajo de postproducción de 3 años y un estreno en Estados Unidos en tan solo dos salas de proyección, Bellflower recaudó 164.000 dolares. Evan Glodell toma el rol de director, guionista, actor y productor de su ópera prima, además es uno de los responsables de la productora de la película, Coatwolf Productions.

La afición de Glodell por los artilugios no solo queda de manifiesto en el pasatiempo de los protagonistas de la película. El joven realizador ya fabricaba aparatos para descargas eléctricas y los vendía a sus compañeros de clase cuando era más joven, en sus propias palabras: “He construido cosas toda mi vida”.

Coatwolf Modelo II

Bellflower fue rodada con una cámara hecha a mano exclusivamente para la película, la Coatwolf Modelo II. Ante la insatisfacción de las imágenes obtenidas con una cámara tradicional, Glodell construyó una propia, usando pedazos y repuestos de otras cámaras. Agregó unas secciones que funcionaban con baterías AA y unió todas las partes con tuercas y tornillos. 

Esta cámara de gran formato le permitió manipular con más facilidad la apariencia de una escena, creando momentos sesgados que parecen a la vez lavados y saturados de color y transmiten un estado aumentado, especialmente en las escenas más surrealistas de la película. Glodell y Joel Hodge (director de fotografía) confiaron en los ajustes internos de la cámara para muchos de los efectos que no se realizaron en la fase de postproducción.

Ejemplo de una toma con la Coatwolf Modelo II

“Puedo abrir el costado de la cámara y dejar que la luz entre a propósito”, según Glodell. “Y sé en qué partes puedo dejar pasar luz y qué hacer para que se produzcan distintos efectos”.

El lanzallamas

Los protagonistas de Bellflower intentan construir el mejor lanzallamas posible para poder atravesar una crisis apocalíptica. Glodell experimentó con toda una serie de estilos y materiales antes de construir el lanzallamas que llegó a la pantalla.

“Fui literalmente a Home Depot y después de gastar 60 dólares, salí con un lanzallamas en funcionamiento”, dijo. Sin embargo, el más elaborado en la película incorporó una mochila que sostiene un tanque de buceo lleno de combustible diesel. “Ese me encanta porque es lindo y lanza realmente lejos”, dijo. “Y se puede rellenar rápidamente. En teoría, si uno estuviera en el campo de batalla y necesitara un lanzallamas, podría luchar con éste”.

Adam Yauch, fundador de Oscilloscope Laboratories, la distribuidora de la película, se enamoró tanto de los lanzallamas que pidió uno para él y una versión tamaño infantil para su hija como parte del contrato de distribución.

Madre Medusa

Madre Medusa, un coche totalmente funcional, es el logro máximo para los personajes de la película con la mente puesta en el fin del mundo. Glodell encontró el vehículo, un Buick Skylark, en Craigslist y lo equipó con las herramientas que usarían sus personajes.

“Sacamos la mayor parte de los paneles interiores y los reemplazamos con acero”, dijo. “Le pusimos un enrejado metálico. Llenamos el tablero de mando con todos los interruptores e indicadores y palancas posibles”.

Esos interruptores manejan las cámaras de vigilancia sujetadas al vehículo; un sistema con blanqueador que pulveriza los neumáticos traseros, permitiendo que el auto los haga patinar con más facilidad; y tubos de escape que son reorientados verticalmente a través del baúl e inyectados con combustible para que disparen fuego. Medusa todavía está siendo utilizado como el transporte de Glodell para todos los días. “Lo uso para ir a la tienda”. “Siempre encuentro un montón de gente dando vueltas alrededor del coche”.

La música

Gracias a la banda sonora para esta aventura pre-apocalíptica hemos podido descubrir al solista y compositor Jonathan Keevil, un gran descubrimiento que transmite a la perfección el espíritu y el estado de animo de la película a través de su guitarra acústica. Podéis escuchar la bso de Bellflower íntegra en este enlace de Spotify.