Los juegos del hambre

Título original: The hunger games
Año: 2112
País: Estados Unidos
Dirección: Gary Ross
Guión: Gary Ross, Suzanne Collins, Billy Ray
Basado en la novela The hunger games de Suzanne Collins
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Elizabeth Banks
Música: James Newton Howard, T-Bone Burnett
Fotografía: Tom Stern
Montaje: Christopher S. Capp, Stephen Mirrione, Juliette Welfling

Valoración: 6/10
Web: http://www.thehungergamesmovie.com/

La guerra dejó los Estados Unidos transformados en la nación llamada Panem, dividida en doce distritos controlados por el tiránico poder del Capitolio. Los habitantes no pueden salir de los límites de su distrito donde la pobreza y la ausencia de libertad están a la orden del día. El Capitolio tuvo que destruir el décimo tercer distrito por su rebeldía, y en conmemoración a este hecho y para recordar al pueblo que debe ser sumiso, cada año dos representantes de cada distrito, una chica y un chico, serán obligados a subsistir en un medio hostil y ser encerrados en un estadio al aire libre donde los veinticuatro lucharán a muerte hasta que quede un solo superviviente. Son los juegos del hambre, un despiadado espectáculo televisivo.

Tras cuatro semanas en lo más alto de la taquilla estadounidense, llega a nuestras pantallas la primera entrega de la saga cinematográfica basada en las novelas de Suzanne Collins. La gran promesa Jennifer Lawrence (Winter’s bone) encarna a la heroína de la historia junto a Josh Hutcherson a quien pudimos ver en Los chicos están bien. Para completar el decadente universo futurista de la película, un elenco de secundarios de primera con Stanley Tucci, Woody Harrelson, Donald Sutherland o Lenny Kravitz. Después de todo lo dicho y a pesar de la aparente calidad de su materia prima, es inevitable pensar que el resultado obtenido con Los juegos del hambre es decepcionante.

Aunque la película goza de algunos momentos destacables y el atractivo de su trama es innegable, el resultado es irregular, predecible y bastante descafeinado. Gary Ross, el prometedor director, en su día, de Pleasantville, fabrica un producto teenager al uso. Su intencionada escasez de efectos especiales queda descompensada por abusos puntuales de efectos digitales alejándola aún más de la ciencia ficción reflexiva que pretende ser. Si nos fijamos en su trama, las relaciones entre los personajes tampoco encajan o quizás no quedan bien explicadas, buscando situaciones forzadas (no voy a spoilear) y facilonas. Menos fáciles (de ver) son las escenas de acción, grabadas con una cámara rápida y desenfocada, en las que no se distingue ni el número de contrincantes, efecto que Ridley Scott puso de moda en Gladiator en su día.

Los juegos del hambre nos trae a la memoria a la cinta de culto Battle royale por su similitud argumental. A diferencia de la cinta oriental, Ross consigue una película para todos los públicos de casi dos horas y media que se deja ver pero que no funciona como distopía. Es justo añadir que la historia de Los juegos del hambre es muy buena y que con otro sentido del ritmo, una banda sonora menos olvidable y otro trato hacia sus personajes estaríamos ante una gran película. Por otro lado, Los juegos del hambre lleva el camino de convertirse en una de las películas más taquilleras del año, lo que me recuerda que ya queda menos para el estreno de The dark Knight rises de Cristopher Nolan.  

Lo mejor: Su puesta en escena y su reparto

Lo peor: Muy predecible

Los juegos del hambre