jueves, 2 de mayo de 2013

D'A 2013: Boy eating the bird's food

Título original: To agori troei to fagito tou pouliou
Año: 2012
País:  Grecia
Director: Ektoras Lygizos
Guión: Ektoras Lygizos
Fotografía: Dimitris Kasimatis
Reparto: Yiannis Papadopoulos, Lila Mpaklesi

Valoración: 9/10

Web: https://twitter.com/boyeating



Con un título aparentemente tan críptico y teniendo en cuenta algunas de las últimas producciones griegas podríamos pensar que nos encontramos ante otra rareza más de la era post Canino. Nada más lejos de la realidad, Boy eating the bird's food es tan directa como su propio título (El chico que se comía la comida del pájaro) y nada tiene que ver con los retorcidos universos de Yorgos Lanthimos sino con la más cruda realidad helena. Esta nueva propuesta griega nos acerca a los devastadores efectos de la crisis económica sobre la gente joven y lleva su negativismo hasta las últimas consecuencias.


Boy eating the bird's food nos acerca a la vida de un chico tan excéntrico como entrañable que subsiste a duras penas gracias a los alimentos que encuentra o al azúcar que come a escondidas en casa del anciano vecino al que cuida ocasionalmente. Esta escasez de medios por parte del protagonista y del propio país se hace palpable también en la factura del film, que aplica al máximo la política de economía de medios de la misma forma que Grecia, obligada por los recortes impuestos por la troika. Ektoras Lygizos, el director, centra toda la película en los avatares del protagonista, hasta el punto que la cámara parece un anexo de su cuerpo, un pájaro que revolotea a su alrededor o la jaula que lo aprisiona y lo aísla en un mundo interior de soledad. Esta cámara flotante tan próxima al chico permite a Lygizos prescindir de grúas dollys o steadicams ya que todo está filmado cámara en mano. En la misma línea de ajustes económicos, la película se compone de largos planos que reducen el montaje, cuenta con escaso reparto aprovechando la soledad de su protagonista y no usa música extradiegética ajena a la acción.

Al margen de la crisis que azota a Europa, de forma muy pronunciada a Grecia, la película aborda otra crisis más catastrófica: la crisis existencialista que sufre la generación actual de jóvenes. Los llamados ni-ni, esos que ni estudian ni trabajan, se han convertido en personas sin rumbo que como el chico que se comía la comida del pájaro son capaces de abandonar un trabajo que necesitan por no sentirse capaces de llevarlo adelante. Este es con toda seguridad el mayor logro del film, retratar a los nuevos desposeídos, esos olvidados que nadie quiere ver, con credibilidad y sensibilidad, transmitiendo una intensa sensación de tristeza por una generación perdida condenada a la miseria, a la nada más absoluta.



Boy eating the bird's food lleva su tesis derrotista hasta el final, hasta ese momento de máxima crueldad en un edificio vanguardista en ruinas, símbolo de la nueva decadencia, tan alejada de las gloriosas ruinas de la Grecia clásica. Es en ese devastador entorno donde el chico esconde lo único que le queda, un pájaro al que protege con una bandera griega antes de lanzar su grito más desesperado. El único reproche ante la osadía y realismo con que aborda este incómodo tema es la personalidad del protagonista, que resulta tan extravagante que puede aportar un punto de irrealidad ante un drama completamente real y actual, aunque según nuestra opinión es este enfoque el que lo aleja de los dramas sociales al uso. Esta magnífica opera prima retrata esa crueldad que acontece a nuestro lado y que no queremos asumir con el mismo realismo y falta de pudor con el que Boy eating the bird's food muestra a su protagonista masturbándose, sin esconder nada.

8 comentarios:

  1. Vaya vaya, parece tener todos los ingredientes del cine que me gusta :D Apuntada queda.

    Saludos!!!

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    1. Buenas Daniel!

      Por tus gustos yo creo que si te va a encantar. Ya dirás cuando la veas

      Un abrazo!

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  2. Siendo griega, y tratando lo que trata, no me extraña su pesimismo. La verdad es que es una peli para ver, me interesa como a Dani.
    Un saludo, Xavi (supongo que será BCN). Muy buena entrada.

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    1. Buenas Javier!

      Pues soy Alan, jeje. Lo mismo que a Dani, ya dirás qué te ha parecido cuando la veas.

      Un abrazo!

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  3. Pedazo nota que le has puesto! Con esta no queda otra que intentar verla a toda costa. Tiene que ser duro lo de Grecia, esperemos que no nos toque..

    Un abrazo.

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    1. Buenas Noodles!

      A ver que te parece, que hay división de opiniones. Si, crucemos los dedos para que no llegue...

      Un abrazo!

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  4. Osadía sí, realismo creo que para nada. Es una parábola, quizás. Sin embargo, lo que me separó un poco de esta apreciable propuesta no fue su supuesto tremendismo, que quizás hasta encuentre justificado, sino esa dispersión de la trama algo cansina, que no me convenció en absoluto. Me alegra que la hayáis disfrutado tanto.
    Un abrazo.

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    1. Buenas!

      Ojalá fuese supuesto tremendismo. Solo hay que ver las escasas imágenes reales de Grecia que aparecen en la prensa internacional.

      Al margen de esto si que la disfruté. Para mi es de lo mejor que he visto en esta temporada sin ningún tipo de duda

      Un abrazo!

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