D'A 2012: De películas baratas y prostitutas de lujo

Seguimos con las crónicas del D'A 2012, hoy vamos a hablar de películas baratas y de prostitutas de lujo. Además hemos podido hacer una excursión por el Parque Safari del Quebec y nos hemos vuelto a topar con el humor absurdo griego, tan de moda últimamente. De momento no hemos hallado nuestra joya del festival o eso es lo que parece, en cualquier caso queda patente que la diversidad y extravagancia de muchas de sus propuestas generan altas expectativas, falsas apariencias, división de opiniones y agradables descubrimientos.

Ayer se anunció el estado provisional de las votaciones del público, obviamente aún quedan muchos pases y todo puede cambiar. Las puntuaciones son sobre 5.

Sangue do meu sangue (Joao Canijo) – 4,15

L’Apollonide (Bertrand Bonello) – 4,02

Weekend (Andrew Haigh) – 3,98

Once Upon A Time In Anatolia (Nuri Bilge Ceylan) – 3,75

The Deep Blue Sea (Terence Davis) – 3,48

L'Apollonide de Bertrand Bonello
Valoración: 8/10

L'Apollonide nos acerca al día a día de un burdel parisino en los años que van entre finales del siglo XIX y el inicio del siglo XX. Bertrand Bonello nos introduce en ese prostíbulo de lujo regentado por una madamme estricta con sus trabajadoras y servicial con su selecta clientela. La película, presente en la Sección Oficial de Cannes, arranca de forma muy lenta y al principio parece que no va a ofrecer más que un retrato costumbrista de la época sobre las prostitutas y sus clientes con la intención de enseñar algo de carne. De todas maneras, la película va creciendo en intensidad argumental sin darnos cuenta y nos muestra que bajo los vestidos de encaje, el champán y las sonrisas, la vida de estas trabajadoras sexuales es una vida de miseria, donde la mayoría están esclavizadas por culpa de las deudas que han contraído con la madamme. L'Apollonide refleja una tristeza infinita, una soledad sin límites y la esperanza de una vida mejor que no termina de llegar. La película está rodada de forma preciosista y desagradable a partes iguales, con pinceladas de música anacrónica para hacernos sentir que algo no encaja y donde destaca de forma especial su maravillosa fotografía, su vestuario y ese mal rollo que lo impregna todo.

Bestiaire de Denis Coté
Valoración: 7/10

Desde Canadá nos llega esta cinta de cine experimental en forma de documental filmado en el Parque Safari del Quebec. La idea es captar durante 72 minutos distintos momentos de la vida de los animales y las personas que trabajan en el zoo a través de planos fijos. Denis Coté firma este documental de animales situándose en la antípoda del National Geographic para hacer una incursión en el cine de autor más minimalista. A través de sus distintos planos y de la búsqueda de geometrías vivas reflexionamos sobre la situación de sus distintos personajes, ajenos a una naturaleza artificial impuesta. Tal y como vemos en la primera escena de la película, Coté, como los grandes pintores, es una artista del encuadre y demuestra un gran dominio del espacio.

Bestiaire no es una película para todos los gustos, entrando de lleno en el terreno del cine contemplativo más puro, sus jirafas, búfalos y avestruces nos miran a través de su inocente mirada desde su encuadre que los encierra desde su encierro. Gracias al D’A hemos podido descubrir una de las propuestas más curiosas y radicales que pasó por el Forum de la Berlinale 2012, solo apta para los cinéfilos más atrevidos.

Donoma de Djinn Carrénard
Valoración: 4/10

No nos ha convencido el debut del director de origen haitiano afincado en Francia, Djinn Carrénard. Anunciada como una de las últimas sensaciones del cine francés, la cinta narra tres historias cruzadas a partir de sus tres protagonistas femeninas, filmada con un estilo totalmente libre proveniente del estilo autodidacta del realizador. Según la nota de prensa Donoma está realizada con un presupuesto de 150 euros, Carrénard no se dedicó a conseguir una productora que lo apoyara. "El cine es un ámbito en el que se necesita mucho dinero para crear una obra y numerosos directores tienen que esperar años antes de poder ejercer. […] Por eso decidí grabar mi película yo mismo. Es una manera de entrar en la industria y de decirles a todos que haré películas cuando tenga ganas de hacerlo, con o sin dinero", según él mismo. Para promocionar su obra, que describe como una "película guerrilla" (del movimiento guerrilla films, que usan un presupuesto muy bajo) también optó por un método poco convencional. Él y su equipo hicieron una ruta por Francia con un autobús pintado con los colores de Donoma (Supongo que en gasolina se gastarían más de 150 euros...), para dar a conocer su obra en los cines independientes y las escuelas de cine del país.

Hasta aquí la sorprendente y admirable historia la de la producción y realización de Donoma, lástima que lo que empieza como una película de historias urbanas cruzadas acabe desgastando al espectador debido a un exceso de metraje y a la accidentada resolución de alguna de sus historias. Donoma es una de las cintas que más división de opiniones ha generado, en Twitter y entre los amigos que la vimos, el riesgo y la radicalidad de la propuesta no es para menos. Nosotros la suspendemos, no podemos aprobar una película en la que durante los últimos 50 minutos estás deseando que termine y se callen sus personajes. ¿Marcará el fenómeno Carrénard una nueva forma de hacer cine o se quedará en el bluf que algunos hemos intuido en esta primera obra?

L de Babis Makridis

Valoración: 4/10

Es cierto, Giorgos Lanthimos está de moda, tras sorprender al mundo con Canino, una película impactante que a través de escenas incoherentes acaba formando una imagen perfecta, crítica y divertida de la sociedad actual. Uno de los puntos claves de Canino era su guión, firmado por Lanthimos junto a Efthymis Filippou. Juntos repitieron fórmula en Alps, otro retrato de la sociedad actual en una clave bastante similar. Efthymis Filippou  nos trae su tercer guión en L, esta vez sin Lanthimos y el resultado está muy lejos de las dos propuestas anteriores.

L parte de un guión similar a los dos anteriores films, con situaciones surrealistas, encuadres extraños y unas interpretaciones más físicas que de método. Pese a esta proximidad y tener las mismas intenciones, L no solo falla por repetir una fórmula que ya empieza a estar agotada, sino que además su humor no provoca apenas risa, su extrañeza empieza a ser cotidiana y la suma de todas sus situaciones no supone ninguna crítica mordaz y no nos explica nada.

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