Año: 2008
País: Japón
Dirección: Sion Sono
Guión: Sion Sono
Intérpretes: Takahiro Nishijima, Hikari Mitsushima, Sakura Ando
Fotografía: Souhei Tanigawa
Música: Tomohide Harada
Montaje: Jun'ichi Itô
Valoración: 9/10
Web: http://www.ai-muki.com/
Inclasificable y excesiva, Love exposure nos presenta un carrusel caleidoscópico de géneros que salta de tema en tema a lo largo de sus 4 horas de duración: comedia, drama, violencia, gore, lesbianismo, crítica religiosa, sectas, cine de samuráis, erotismo, familias disfuncionales y como no, el romanticismo. En última instancia Love exposure es una épica historia de amor que ya sea por su duración o por cualquiera de sus excesos no deja indiferente a nadie.
Yu (Nishijima Takahiro) es un adolescente que vive con su padre el cual se convierte al cristianismo tras quedarse viudo hasta acabar ordenándose sacerdote. Tras un desengaño amoroso de su padre – ya sacerdote – fruto de una relación clandestina, Yu se ve en la tesitura de dejar a un lado la imagen idílica que tenía del cristianismo y actuar de forma incorrecta para poder pecar y conseguir la absolución y a la vez aprobación de su padre. Con este estrambótico inicio asistimos a los primeros pecados de Yu que acaba por convertirse en todo un experto en fotografiar las entrepiernas de las chicas que van con minifalda por la calle. Todo dará un nuevo giro cuando Yu conozca a Yoko, una chica atormentada por sus traumas familiares, enamorándose perdidamente de ella y a la que él verá como a la María (referencia cristiana) que había prometido a su madre que encontraría. A partir de ese momento Yu tendrá que emprender una senda surrealista y delirante para lidiar contra el amor no correspondido por Yoko y luchar contra los elementos que precisamente obstaculizan su amor puro.
El alucinante viaje que nos ofrece Sion Sono a lo largo de toda la travesía de Yu es como una montaña rusa de emociones que puede dejar sin respiro al espectador. Ya desde su sorprendente prólogo de una hora de duración, podemos apreciar como Sono se mueve como pez en el agua en todos los géneros por los que va mutando la película. Su larga duración le permite abordar aspectos distintos y utilizar diferentes técnicas narrativas a través de una excelente selección musical (clásica y jpop) para los temas de su banda sonora. Estamos ante un producto tan poco habitual y tan especial que es inevitable no tener el pensamiento de estar ante una obra maestra tras su emotivo final. Love exposure es una experiencia emocionante, desternillante, emotiva y excesiva que puede explotar en cualquier momento.
El primer corte de la película tenía una duración de seis horas, pero los productores se la hicieron recortar ante el miedo de la comercialización de una película tan larga. Tras su paso por múltiples festivales internacionales ha tenido una gran acogida por parte del público y en la Berlinale se alzó con el Premio Caligari Film y el premio FIPRESCI. Love exposure es la primera parte de la denominada trilogía del odio de Sion Sono, completada por Cold fish y por Guilty of romance. Sono –poeta además de director de cine– es uno de los directores orientales actuales más controvertidos y con Love exposure superó el éxito conseguido con Suicide Club en 2001. Considerada internacionalmente como una de las 10 mejores películas del 2008, esta joya de la cultura pop que lleva al límite el concepto de lenguaje cinematográfico, se hace de imprescindible visionado para todos aquellos cinéfilos que huyen de todo lo convencional.
Lo mejor: Un tremendo espectáculo que no decae a lo largo de sus 4 horas de metraje.
Lo peor: El hándicap que representa encontrar 4 horas para poder disfrutar de la película.
Si us va agradar, Comfessions, amb aqueta "flipareu" de guió, fotografia, banda sonora, interpretació... Un cop més molt bona recomenació.
ResponderEliminarComo dices lo peor es encontrar cuatro horas para poder verla... Pero tu entrada me ha generado una gran curiosidad, así que estoy perdida... voy a ver si la encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Je,je, el bueno de Sono...
ResponderEliminarTengo esta película en mi casa desde antes de ver ninguna del realizador japonés y, pese a que a mí Sion Sono me interesa pero jamás termoina de convercerme, me muero por ver esta. Juro buscar cuatro horas, ahora que la habéis recordado y darle prioridad absoluta, aunque en mi caso cuatro horas seguidas son casi una odisea...
Un abrazo.
És cert jordi, els punts en comú amb Confessions son molts, potser Love exposure la trovo més radical tot i que a estons dubto. Una abraçada!
ResponderEliminarLaura, la película la he encontrado brutal y me ha fascinado pero es un problemón encontrar esas 4 horas. Como historia de amor épica se sale de cualquier convencionalismo, es una propuesta muy radical. Un abrazo!
David, yo tuve la película casi un año hasta que la vi XD Es cierto, es un problema y no es broma, pero una vez vista me planteo, ¿Como pude tenerla tanto tiempo sin haberla visto? La peli es una montaña rusa total llena de exageraciones mezcla de infinidad de géneros. El prólogo (de una hora) es de lo mejor que he visto en años de cine cómico. Es cierto que podía haber reducido un poco el metraje, al bueno de Sono le gusta provocar cualquier sentimiento menos indiferencia. Un abrazo!
Me hecha para atrás lo de las 4 horas, pero me interesa lo que cuenta. Me da que va a ser una extravagancia nipona entretenida y con una narrativa brillante en cuanto a lo formal: muy buen montaje, fotografía excelente y tal. A ver si la consigo y la veo una tarde de domingo que esté aburrido y no quiera hacer otra cosa más que recostarme en el sofá… son 4 horas. Si hago lo del sofá espero no dormirme; creo que no, que con estas pelis uno se espabila.
ResponderEliminarUn saludo, BCN. Muy buena entrada, altamente recomendable. Ando muy escaso de cine japonés, y oriental en general.
Hasta la próxima.
Javier, es una ocasión de conocer a Sion Sono y su cine plagado de excesos. Una cinta que se sale de la media. Yo tardé mucho en verla por su duración, realmente cuesta encontrar el momento (o momentazo jaja). De todas formas creo que es de visionado imprescindible para cualquier cinéfilo y amante de las nuevas emociones. Gracias por tu comentario Javier, saludos!
ResponderEliminarGrandísima película, sin duda la mejor de la trilogía que forma conjuntamente con Cold Fish y Guilty of Romance.
ResponderEliminarEl hándicap de la duración solamente lo tienes a la hora de encontrar una tarde libre, porque una vez que empiezas a verla te sumerges en una historia tan excesiva que el tiempo pasa volando.
Un abrazo!
Por lo que apuntas tú, compa Josep, y vienen a corroborar los comentaristas precedentes, una marcianada (nipona, sí, pero marcianada…) en toda regla. Buff, no sé, a mí estas pelis me entran muy en función de cómo me pille el cuerpo, con lo cual no me puedo garantizar nada a mí mismo. Hace no mucho ví Air doll, de Kore-eda (no sé hasta qué punto conectada a ésta en algún sentido, más allá de lo de la nacionalidad…), y, salvo algún destello genial, ni fú ni fá, como se decía antiguamente. En cuanto a lo de las cuatro horas, y pese a que suene a herejía lo que voy a decir (y sé que afecta, y mucho, a la perspectiva del visionado), ya estoy tan acostumbrado a ver las pelis ‘a cachitos’ (raramente me hago una ‘tirada’ de más de 40 minutos…), que con asumir que ésta me va a llevar más ‘episodios’, asunto resuelto. En fin…
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y hasta pronto.
HateLove, es cierto, otro de sus méritos es que no se hacen largas en absoluto las 4 horas, el problema es encontrarlas y más si no la has visto, que no sabes lo que te espera. Una vez la has visto dices: "joer como no la vi antes". Para mi también es la mejor de la trilogía, sin duda. Un abrazo!
ResponderEliminarManuel, jajaj podríamos decir que una peli de duración normal sería una miniserie y esta es una temporada entera XD El apelativo de marcianada nipona le va como anillo al dedo, ahora, tengo que decir que más allá de la extravagancia, narrativamente es una película fascinante. Y si te gusta ya sabes, hay dos temporadas más. Un abrazote Manuel!!