Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio

Título original: The Adventures of Tintin
Año: 2011
País: USA, Nueva Zelanda
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish
Basado en: Las aventuras de Tintín de Hergé
Intérpretes: Jamie Bell, Andy Serkis y Daniel Craig
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: John Williams
Montaje: Michael Kahn

Valoración: 8/10
Web: http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/tintin_site/

Tintín, el famoso reportero de Le petit vingtième, compra en el Mercado Viejo una réplica en miniatura de un barco del siglo XVII, el Unicornio. Nada más comprarlo descubrirá que hay más personas interesadas en la maqueta y se pondrá a investigar la historia del navío. De forma accidental y gracias a su inseparable Milú descubrirá que el barco aloja una pista clave para encontrar el tesoro oculto del pirata Rackham el rojo. En su aventura formará equipo con el capitán Haddock, descendiente del propietario del barco original.

Tintín, el personaje creado por el belga Hergé, es uno de los cómics más celebres en Europa y ya había tenido varias adaptaciones al cine o la televisión. Spielberg descubrió al intrépido reportero en 1981 a raíz de las comparaciones que la crítica hizo con Indiana Jones en busca del arca perdida. Spielberg quedó fascinado por el personaje y compró los derechos en 1982 al propio Hergé. Tras pasar varios años sin decidir como abordar el proyecto perdió los derechos, que volvieron a la familia de Hergé. En 2002 los volvió a adquirir, evitando la adaptación que Jean-Pierre Jeunet tenía en mente. Aún así seguía sin darle forma al proyecto, ya que no le convencía ni la animación clásica ni una película con actores reales, que corría el riesgo de convertirse un producto tan kitsch como Tintín y el misterio de las naranjas azules. Peter Jackson, el otro rey Midas del cine de entretenimiento, se unió al proyecto y lo desencalló. Tintín se convertiría en una trilogía de animación 3D rodada mediante la técnica del motion capture.

Al margen del formato, la adaptación de Tintín debía superar las reticencias de los tintinófilos más exigentes, no destruir los recuerdos de quienes crecimos con Tintín y resultar atractiva para un público ajeno al personaje como el infantil y el americano. Para lograrlo, el tándem formado por Spielberg y Jackson se han rodeado del mejor equipo posible. Los personajes centrales están interpretados por Jamie Bell como Tintín, Andy Serkis encarnando al genial capitán Haddock, Daniel Craig como el malvado Ivan Ivanovitch Sakharine y Nick Frost y Simon Pegg para ofrecer el toque cómico que requieren Hernández y Fernández. Para el guión, una de las claves de la cinta, han contado con tres de los guionistas/directores más prometedores del cine de entretenimiento actual. Steven Moffat -Sherlock, Doctor Who-, Edgar Wright -Scott Pilgrim contra el mundo, Zombies Party- y Joe Cornish -Attack the Block- han sabido combinar a su antojo distintos volúmenes -especialmente el homónimo y El cangrejo de las pinzas de oro- sin perder su espíritu, caprichosamente fiel al original, logrando además un guión trepidante con unos diálogos de los más acertados. Como no podía ser de otra manera, John Williams completa este equipo firmando la banda sonora.

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio es una película visualmente deslumbrante muy en la línea de Indiana Jones. Spielberg muestra el camino a seguir en este tipo de cintas, con un uso inteligente del 3D y aprovechando el motion capture para combinar el cartoon con el realismo, permitiendo acciones irreales acompañadas de mágicos movimientos de cámara, planos imposibles y un montaje fascinante. Una cinta de aventuras clásica llena de persecuciones, acción, unos personajes bien dibujados y diálogos muy acertados. Una montaña rusa apabullante tanto en su factura como en atractivo visual que recupera el espíritu nostálgico, ingenuo y cosmopolita de las obras de Tintín y la esencial del mejor cine de aventuras de los 80. Ya esperamos con ganas las dos próximas entregas prometidas por Spielberg y Jackson.

Lo mejor: Recuperamos de un solo golpe al mejor Tintin y al mejor Spielberg, ¿se puede pedir más?
Lo peor: Un producto olvidable pese a la sensación con que abandonas la sala