Habemus Papam

Título original: Habemus Papam
Año: 2011
País: Italia
Dirección: Nanni Moretti
Guión: Nanni Moretti, Francesco Piccolo, Federica Pontremoli
Intérpretes: Michel Piccoli, Nanni Moretti, Margherita Buy
Fotografía: Alessandro Pesci
Montaje: Esmeralda Calabria

Valoración: 6/10
Web: http://www.habemuspapam.it/

Tras la muerte del Papa los obispos, arzobispos y cardenales de todo el mundo se reunen para elegir al sucesor en el Cónclave. Una vez encerrados en la Capilla Sixtina no pueden salir hasta que no se haya designado el nuevo Papa. Tras varios intentos fallidos los votantes optan por el candidato menos popular. Justo cuando el Papa elegido tiene que aparecer en el balcón de la plaza San Pedro sufre un bloqueo mental que le impide presentarse al mundo entero. La situación se complica cuando el Papa, víctima de lo que parece ser un síndrome de déficit de atención no mejora, provocando que nadie pueda salir del Vaticano hasta que no se desvele su identidad al público, ni siquiera el psicoanalista que han llamado para que le ayude.

Partiendo de esta sugerente premisa, Habemus Papam arranca con maestría, recreando el Cónclave con perspicacia, buen pulso y tono simpático. La sutil comedia se manifiesta con naturalidad ante la humanización de todos esos obispos que le piden a Dios durante el Cónclave “que no sea yo, que no sea yo”. El déficit  posterior que sufre su protagonista ratifica esa misma faceta humana. La delicadeza inicial se diluye conforme avanza y pasada una primera media hora aproximadamente el trazo de la película se vuelve bastante más grueso. El encanto y la perspicacia del principio dan paso a una comedia de situaciones al uso con algún que otro toque afortunado y de contenido bastante insustancial.

Nani Moretti regresa con esta comedia eclesiástica y en contra de lo que pudo parecer inicialmente, de crítica feroz a la iglesia nada, sin ir más lejos la crisis de su protagonista no es de fe, sino más bien de identidad. Los obispos en su encierro forzoso obsequian a la historia con situaciones simpáticas y divertidas sin entrar en la mofa. La presencia del personaje de Moretti en el Vaticano, excéntrico a ratos y ocasionando grandes momentos de humor, es el catalizador para recrear las situaciones y conversaciones más entretenidas de la película. La interpretación de Moretti satisface, a pesar de lo que se dijo en Cannes, y su personaje acaba cayendo en una caricatura de sí mismo arrastrado por la pérdida de fuerza de la película. Michel Piccoli, el Papa psicoanalizado, da la talla y ofrece un personaje entrañable, reflejo de esa faceta humana de la iglesia.

Habemus Papam no es una gran comedia ni la mejor película de Moretti, pero hay que reconocer que su ocurrencia inicial y su buen rollo acaban por ganarse al espectador a pesar de su posterior flojeo. Lejos queda de obras mucho más personales como Caro diario, Abril o el desgarrado film La habitación del hijo, quedando relegada a la clasificación de película descafeinada a pesar de su potencial.

Lo mejor: Sin duda alguna, los 40 primeros minutos.

Lo peor: Su posterior insipidez.