jueves, 17 de febrero de 2011

Cisne negro

Título original: Black Swan
Año: 2010
País: USA
Dirección: Darren Aronofsky
Guión: Mark Heyman, Andres Heinz y John J. McLaughlin
Intérpretes: Natalie Portman, Mila Kunis y Vincent Cassel
Fotografía: Matthew Libatique   
Música: Clint Mansell
Montaje: Andrew Weisblum

Valoración: 10/10
Web: http://www.cisnenegropelicula.es/



Cuenta la tradición que cuando un artesano persa está a punto de completar una alfombra perfecta le hace un nudo del revés para evitar ofender a Dios, porque la perfección es algo que los mortales no pueden alcanzar. Cisne negro es un drama prácticamente perfecto sobre la búsqueda de la perfección. Darren Aronofsky hilvana una cinta en la que sólo encontramos un par de puntadas que evitan que sea impecable. La atmósfera malsana y opresiva, la exquisita música de su habitual colaborador Clint Mansell, la magnífica fotografía, y especialmente las interpretaciones, todo es prácticamente perfecto. Barbara Hershey está fantástica en su papel de madre obsesiva y controladora, de bailarina fracasada, de madre de Psicosis. Mila Kunis brilla con luz propia ejerciendo de contrapunto negativo de la protagonista y fue nominada al Globo de Oro, además de llevarse el premio Marcello Mastroianni en Venecia. Vincent Cassel nos ofrece un papel más que creíble de ególatra con dos caras. Pero por encima de todo el conjunto sobresale la interpretación de Natalie Portman, que parece no tener miedo a la ira de los dioses y nos ofrece un trabajo realmente perfecto.


Cisne negro nos cuenta la historia de Nina, una brillante bailarina de Nueva York que ha dedicado toda su vida a ser perfecta. Cuando el director artístico de la compañía, Thomas Leroy, decide reemplazar a la que hasta ese momento era la gran estrella del ballet, se abre una vacante para convertirse en la nueva diva. Thomas tiene en mente abrir la temporada con una versión especial de El lago de los cisnes, donde la misma bailarina hace de Odette y de Odile, es decir, de cisne blanco y de cisne negro. El papel requiere pureza de alma y de técnica para interpretar a la princesa cautiva en el cuerpo del cisne blanco, y a la vez exige la parte oscura y visceral de su reflejo en ese lago negro que es la envidia, el cisne negro.

Nina intentará desesperadamente hacerse con el papel, pero para ello deberá descubrir su parte oscura y salvaje, despertar el alma de su gemela siniestra, dejando de lado su papel de niña perfecta. Entre sus competidoras está Lily que pese a no tener una técnica perfecta, tiene la sensualidad y el toque salvaje que requiere el cisne negro. Entre las dos bailarinas se establece una peculiar relación de dudosa amistad y celos. Nina empieza a descubrir su parte oscura de la mano de Lily y tal y como se acerca la fecha del estreno, la tensión provoca en ella un agotamiento nervioso que le hará confundir ficción y realidad.

En una escena del film el personaje del director le dice a Nina que La perfección no es control, es perderlo y eso es lo que hace Darren Aronofsky. En Cisne negro nos relata de forma magistral ese asfixiante viaje mental hacia la locura, esa caída a los infiernos de una psique torturada por una obsesión. Una locura que se transmite perfectamente al espectador. Para lograrlo Aronofsky se entrega al deseo, al peligro y al exceso, igual que Nina, y mueve la cámara para arroparla o arrollarla según su estado de ánimo y consigue arrebatar el alma del espectador, dejándolo sin aliento hasta el final de la película.


Después de firmar un drama más indie y convencional como The Wrestler, Aronofsky vuelve a una historia obsesiva cercana a Requiem por un sueño, pero estéticamente mucho más afín a los gustos de Hollywood. Con Cisne negro consigue una cinta de una belleza onírica cercana a La bella y la bestia de Cocteau al mismo tiempo que construye una historia de suspense psicológico, tensa, inquietante y perturbadora confirmando que es uno de los narradores más interesantes y creativos del panorama actual.

Además de la nominación al Oscar para Natalie Portman, Cisne negro opta a otras cuatro estatuillas doradas: Director, película, fotografía y montaje. Ya es una película de culto, y se ha convertido en Las zapatillas rojas de la Generación X, con Winona Ryder incluida. Sin duda será la película perfecta para quienes busquen un coctail sofístificado al sentarse en una platea: visualmente arrolladora, intensa a nivel emocional e intelectualmente completa. Una delirante y poética sinfonía del dolor y la locura no apta para cisnes blancos.

Lo mejor: Natalie Portman
Lo peor: Un final previsible


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