Año: 2007
País: Brasil, Argentina, USA y Holanda
Dirección: José Padilha
Guión: Bráulio Mantovani, José Padilha y John Kaylin
Basado en la novela: Elite da tropa de André Batista, Rodrigo Pimentel y Luiz Eduardo Soares
Intérpretes: Wagner Moura, André Ramiro y Caio Junqueira
Fotografía: Pedro Bromfman
Música: Pedro Bromfman
Montaje: Daniel Rezende
Valoración: 8/10
Web: http://www.tropadeeliteofilme.com.br/
En 1997 el Papa Juan Pablo II decide ir a visitar Brasil y alojarse en casa del obispo cerca de una de las favelas más peligrosas de Rio de Janeiro. Las autoridades están preocupadas por evitar cualquier conflicto durante la visita papal, pero el cuerpo policial de la ciudad está completamente corrupto. Los policías que no cobran un sobresueldo de los capos de la droga, lo hacen de los comerciantes a cambio de protección o de vender armas a los delincuentes de las favelas. El único cuerpo del orden no corrupto es la BOPE, Batallón de Operaciones Policiales Especiales. El capitán Nascimento, que está al mando de esta tropa de élite, quiere dejar el cargo para poder disfrutar de su hijo que está a punto de nacer, pero antes deberá encontrar al sustituto adecuado. Los principales candidatos son dos amigos de la infancia, Neto, un hombre de acción sin muchos miramientos, y Matías, un estudiante de derecho idealista y de buen corazón, pero que rehuye la violencia.
Tropa de élite nos acerca al drama de la corrupción policial brasileña y al dominio de los carteles de la droga en las favelas y ciudades. Un drama acrecentado por el consumo de droga de unos jóvenes burgueses que pretenden rebelarse contra esta situación pero que consumen drogas manchadas con la sangre de los niños de las favelas y financian todo el sistema. Una situación insostenible y estancada en la que nadie gana.
La película muestra escenas de una brutalidad extrema con absoluta impunidad, demostrando que en las favelas todo tipo de violencia es posible y el poco aprecio que le tienen a la vida algunos de sus habitantes, pero la violencia de la cinta no se ve sólo dentro de las favelas o en la calle. El entrenamiento para convertirse en BOPA, por ejemplo, es de lo más violento de todo el film y el fruto de un enfrentamiento así es un ejercito filofascista capaz de cometer las mismas atrocidades en nombre la justicia.
Padilha logra una cinta creíble y durísima llena de acción pero que va mucho más allá de las cintas de acción al uso ya que imprime carga emocional y un mensaje que logra que el conjunto se alce como un grito desesperado en contra de esa situación. Pese a ello, Padilha no juzga ni estable una línea moral sino que solo muestra y deja la tarea del juicio de valor al espectador. Y es precisamente esa ambigüedad moral junto con un montaje que no da respiro, un magnífico guión de Bráulio Mantovani -guionista de la imprescindible Ciudad de Dios- y una dirección que combina a la perfección cine de autor con acción, la mezcla de elementos que dan en la diana y que le hicieron alzarse con el Oso de Oro en la Berlinale de 2008 a Tropa de élite.
Lo mejor: El realismo de las escenas violentas
Lo peor: La voz en off evita que las imágenes hablen por si solas
Una gran película brasileña. Brutal y sincera, o al menos eso es lo que parece. Mezcla muy bien el cine comercial con ese otro cine de mensaje y comprometido, de denuncia, pero todo muy entretenido e intenso.
ResponderEliminarGran reseña, Alan
La tengo pendiente de ver (para disgusto de nuestro amigo Daniel) desde hace tiempo. Pero en este año más abierto a todo tipo de cine por mi parte, seguro que cae. Veo os apuntáis al grupo que la considera realmente buena. Un abrazo.
ResponderEliminarÉsta es una de las pelis que más me han gustado en los últimos años. Recuerdo que la ví dos veces en el cine. La segunda parte he leído que está muy bien, pero, que yo sepa, aún no se ha estrenado en España. Algo incomprensible, porque este tipo de pelis funcionan muy bien en taquilla
ResponderEliminarTámbién me parece una gran película y muy sincera, llena de adrenalina y mostrando la estupidéz de esos sectores románticos y falsos, pero lo que creo es que sí se pone del lado de los Bope y sus métodos violentos, pero claramente necesarios en un mundo en donde no enfrentarlos sería dejar destruir la sociedad. Tengo la segunga prte y me ha despertado la curiosidad. un mreceido oso de oro sin duda. Saludos.
ResponderEliminarPeliculón de los buenos. Por fin habéis puesto la reseña jejeje. David, ya no te quedan argumentos para no verla :-). Por cierto, y ya que no lo deciís lo digo yo, ENORME Wagner Moura como el capitán Nascimento, simplemente perfecto. Un abrazo.
ResponderEliminar“Padding”, “The Fix”
ResponderEliminarLa permanente corrupción de la policía, radica en la impunidad.
Hasta para ingresar a la policía, necesitan pedir favores o conocer a alguien con “influencias”
Algunos policías están tan comprometidos con una serie de delitos que terminan suicidándose. El principal enemigo de la policía son ellos mismos (los oficiales de alto rango).
La policía, el ejército, la marina, la fuerza aérea; tienen sus propios casinos. Me imagino que se tiene que hacer para ganarse el premio gordo en esos casinos.
Deberían de empezar por investigar los casos más graves, en la sanidad de la policía que han convertido la salud en un negocio.
Hola,
ResponderEliminarJavier, a mi eso es lo que más me gustó, la acertada mezcla entre cine comercial, comprometido y su sinceridad.
David, yo también me uno a ese grupo que la reivindica. Además por tus gustos se que la disfrutarás. Ya dirás que te parece cuando la veas.
J. el, tanto en IMBD como en Filmaffinity la segunda parte tiene incluso mejor puntuación que la primera. A ver si hay suerte y se estrena. De momento por lo que sé no hay fecha prevista.
Mario, yo tengo ganas de ver la segunda parte, que según parece es incluso mejor que la primera. Además es la candidata brasileña al Oscar, aunque con el nivelazo de este año parece que tiene complicada la nominación.
Daniel, si, ya la hemos publicado, jajaja! La verdad es que es muy buena, y tal y como dices, Wagner Moura está inmenso
Dr x-ray, muy buena reflexión sobre la corrupción policial.
Un abrazo!