Título original: La chispa de la vida
Año: 2011
País: España
Dirección: Álex de la Iglesia
Guión: Randy Feldman
Intérpretes: José Mota, Salma Hayek, Blanca Portillo
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Joan Valent
Montaje: Pablo Blanco
Valoración: 6/10
Web: http://www.lachispadelavida.es/
Los grandes tiempos de Roberto (José Mota) quedan muy lejanos. El publicista que triunfó con la creación del famoso eslogan "Coca-Cola, la chispa de la vida" se ha convertido en un hombre desesperado que no encuentra trabajo en plena crisis económica actual. Tras una pésima entrevista de trabajo, se le ocurre ir al hotel dónde pasó la luna de miel con su esposa (Salma Hayek) para reservar un fin de semana romántico y desconectar de todo. Sin embargo cuando llega al supuesto hotel descubre que en su lugar se encuentra un museo arqueológico realizado a partir de las ruinas de un antiguo teatro romano que estaba enterrado debajo. Al adentrarse en el museo sufrirá un accidente de graves consecuencias que lo dejará paralizado. En la expectación que despierta el suceso en los medios de comunicación, Roberto encontrará una forma de conseguir dinero fácil si antes no pierde la vida en el intento.
Año: 2011
País: España
Dirección: Álex de la Iglesia
Guión: Randy Feldman
Intérpretes: José Mota, Salma Hayek, Blanca Portillo
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Joan Valent
Montaje: Pablo Blanco
Valoración: 6/10
Web: http://www.lachispadelavida.es/
Los grandes tiempos de Roberto (José Mota) quedan muy lejanos. El publicista que triunfó con la creación del famoso eslogan "Coca-Cola, la chispa de la vida" se ha convertido en un hombre desesperado que no encuentra trabajo en plena crisis económica actual. Tras una pésima entrevista de trabajo, se le ocurre ir al hotel dónde pasó la luna de miel con su esposa (Salma Hayek) para reservar un fin de semana romántico y desconectar de todo. Sin embargo cuando llega al supuesto hotel descubre que en su lugar se encuentra un museo arqueológico realizado a partir de las ruinas de un antiguo teatro romano que estaba enterrado debajo. Al adentrarse en el museo sufrirá un accidente de graves consecuencias que lo dejará paralizado. En la expectación que despierta el suceso en los medios de comunicación, Roberto encontrará una forma de conseguir dinero fácil si antes no pierde la vida en el intento.
José Mota interpreta al publicista obsoleto que no encaja en el modelo actual y que en un acto de desesperación está dispuesto a vender su alma al diablo para conseguir sacar adelante a su familia. Mota supera el reto y ofrece una faceta dramática notable e incluso borra la imagen cómica a la que nos tiene acostumbrados. Salma Hayek, más bien correcta, le acompaña en el papel de la esposa que no está dispuesta a formar parte del delirante circo mediático. A su alrededor, un variopinto elenco de secundarios pasados de vuelta con caras muy conocidas, Blanca Portillo, Juan Luis Galiardo, Fernando Tejero, Santiago Segura, Carolina Bang o Juanjo Puigcorbé.
Álex de la Iglesia ha vuelto, con sus virtudes y sus defectos, para hablarnos de la pésima situación económica actual y para dejar muy claro que la crisis también es de valores. En clave de comedia muy negra que acaba en drama –constante habitual de su cine– expone el cinismo de una sociedad exenta de escrúpulos y va más allá planteando la venta de la dignidad de uno mismo. Una vez más, el trazo grueso en la realización de de la Iglesia es capaz de ofrecer momentos brillantes y patéticos por igual a partir de un guión ocurrente aunque con muchos detalles por pulir. El resultado es una cinta irregular que en lineas generales entretiene a pesar de sus excesos.
Tras el éxito del año pasado de Balada triste de trompeta, da la sensación que Álex de la Iglesia ha realizado La chispa de la vida a trompicones y con prisas, alejándose una vez más de la que hasta ahora ha sido su obra más completa, La comunidad. Parece que la película ha decepcionado y finalmente ha conseguido solo dos nominaciones a los premios Goya, actor revelación para José Mota y actriz para Salma Hayek, el toque internacional de la película. Al final va a ser verdad que cuando Álex de la Iglesia se pone serio pierde la gracia.
Lo mejor: El mensaje de la película.
Lo peor: La imperfección bastante habitual del cine de Álex de la Iglesia
Al final no la pude ver en cine la semana pasada como quería y no sé si ya la recuperaré o esperaré a verla en casa, ya que no he oído ni un solo comentario entusiasta, la verdad. Si la veo ya os contaré. Un abrazo.
ResponderEliminarEl cine de de la Iglesia es exagerado; forma parte de su personalidad. Como tú, creo que cuando se pone serio lo hace peor. Creo que lo suyo es la comedia, y mejor si es negra, ahí se desenvuelve como pez en el agua.
ResponderEliminarUn saludo, BCN
Como se dice siempre: uno tiene que contar desde uno mismo, desde nuestra personalidad o esencia, pero también elogio el hecho de intentar salirse del marco en que se nos define para tratar nuevas formas. De la Iglesia me gusta si bien es un cine imperfcecto y exagerado, tengo algunas cintas suyas y le iré dando cabida. Me apunto ésta que me gusta la belleza de Hayek y me crea curiosidad ver su úttima película del director español. Un abrazo.
ResponderEliminarDavid, está en la línea de la mayoría de las películas de Álex de la Iglesia, yo creo que no destaca ni en positivo ni en negativo. Un abrazo!
ResponderEliminarJavier, es cierto que cuando se pone burro, el cine de Álex de la Iglesia es muy divertido. Yo me lo pasé bien con La chispa de la vida, pero a la hora de escribir una crítica y de analizar la película hay que reconocer que es muy irregular. Es la marca de la casa. Un abrazo!
Mario, la película está entretenida, como dices con sus exageraciones y excesos. No hay que tomarse muy en serio este cine, es más bien una crítica corrosiva y exagerada de la realidad actual. Un abrazo!