The Decemberists - The king is dead

The Decemberists
The king is dead

Fecha lanzamiento: 18/01/2011
Discográfica: Capitol
Valoración: 9/10

The Decemberists acaban de editar The king is dead, su sexto disco de estudio. La banda de Portland, Oregón, vuelve a retomar el camino correcto tras ese fallido disco conceptual que fue The hassards of love. Después de esa especie de opera folk, plagada de hadas y villanos, la banda liderada por Colin Meloy nos ofrecen el que es probablemente su disco mejor hasta la fecha.

Este trabajo parece seguir la estela marcada por los primeros discos de la banda, pero presenta una novedad importante: The Decemberists parecen dirigirse hacia lo que serían sus raíces naturales y pasan de la campiña inglesa a los bosques yankis, ofreciéndonos su disco más americano, alejándose de las bandas británicas de los 60 y los 70 o de los textos de Dickens que tenían como referencia habitual sus trabajos anteriores. Aún así, el disco es indudablemente un trabajo de The Decemberists.

Contrariamente a lo que parece indicar por el título, no se trata de un homenaje a los Smiths, y si homenajea a alguien es a REM, ya que el disco suena más a Reckoning, especialmente en Calamity Song. No en vano cuentan con Peter Buck en éste y en otros dos temas: This is Why We Fight y Down By the Water.

El primer single, Down by the water, ya nos avisa de lo que vamos a encontrar y suena a típica banda americana de folk-rock. Otros temas imprescindibles de este disco son las canciones gemelas June Hymn o January Hymn, o las tranquilas Rise to me o Dear Avery. Para los que busquéis algo más animado, Rox in the Box o All Arise! no os defraudarán. Como tampoco lo hará This is why we fight, con esa fusión de banjo y guitarra eléctrica.

The king is dead es un trabajo de preciosismo pop-folk, de raíces americanas, simple, directo, campestre. Tan básico y rural que incluso lo han grabado en una cabaña con instrumentos acústicos, añadiendo a los ya habituales mandolinas o harmónicas que ofrecen un toque mucho mas yanky, que nos recuerda incluso a Neil Young en algunos momentos. En resumen, estamos ante un disco precioso y más que recomendable que hará las delicias de los que ya seguían al grupo o de los fans de bandas como The Jayhawks.