El caso Farewell

Título original: L'affaire Farewell
Año: 2009
País: Francia
Dirección: Christian Carion
Guión: Eric Raynaud
Intérpretes: Emir Kusturica, Guillaume Canet, Ingeborga Dapkunaite
Fotografía: Walther van den Ende
Música: Clint Mansell
Montaje: Andrea Sedlácková

Valoración: 7/10
Web: http://www.laffairefarewell-lefilm.com

En 1981 el coronel del KGB Serguei Grigoriev (Emir Kusturica) defraudado por el régimen comunista en decadencia de la Unión Soviética decide derrocarlo para así poder refundar un nuevo sistema político. Se pone en contacto con un joven ingeniero francés que vive en Moscú, Pierre Froment (Guillaume Canet) y le empieza a pasar información referente a una enorme red de espionaje gracias a la cual los soviéticos conocen hasta el mínimo detalle de las operaciones de los países occidentales. La información suministrada por Pierre, nombre en clave “Farewell”, llegará a captar el máximo interés de los presidentes François Mitterrand y Ronald Reagan y desempañará un papel clave en la caída del telón de acero.

Con casi dos años de retraso se estrena en nuestras pantallas El caso Farewell, basada en uno de los mayores casos de espionaje del siglo XX y ambientada en la guerra fría. En palabras de su propio director, Christian Carion (Feliz Navidad), "El 'Affaire Farawell' privó a Rusia de su última arma: el acopio de información de inteligencia, socavando definitivamente el sistema". Así vemos como Reagan acaba disipando su desconfianza inicial hacia el nuevo ministro francés Mitterrand, un socialista que había puesto a ministros comunistas en su gobierno, a través del caso Farewell.

La película cuenta con el atractivo de ver juntos como protagonistas a otros dos grandes directores europeos, Emir Kusturica (dos veces ganador de la Palma de Oro de Cannes por Papá está en viaje de negocios y Underground) y el galo Guillaume Canet (No se lo digas a nadie, Pequeñas mentiras sin importancia). Willem Dafoe también tiene un breve papel como jefe de la CIA. Con una destacada banda sonora de la mano de Clint Mansell (Requiem por un sueño, Moon) que se presenta como uno de los principales atractivos de la película.

A medio camino entre el thriller político y el drama, la película se queda en tierra de nadie y el rompecabezas de espionaje no llega a la altura de los clásicos del género (a pesar de tener un buen giro final) ni la fuerza dramática a la intensidad de títulos como La vida de los otros. Esa falta de fuerza y un pequeño exceso de producción es lo que le quita realismo y la convierte en una película bastante menor. Aunque Kusturica se siente cómodo delante de la cámara ofreciendo una interpretación notable del personaje más complicado del film, su protagonista, Canet, queda en un segundo plano más sosegado y menos acorde a la presión por la que teóricamente pasa su personaje. A pesar de ello la película es correcta, entretiene y explica una historia de espías de lo más interesante que ofrece grandes momentos como el visionado (totalmente intencionado) de El hombre que mató a Liberty Balance por parte del presidente Reagan. Todo ello deja como resultado una cinta bastante correcta sobre todo para todos aquellos amantes de las historias de la Guerra Fría.

Lo mejor: Su giro final.

Lo peor: No haber sabido utilizar mejor todos los ingredientes que tiene la película.