lunes, 27 de junio de 2011

¿Qué fue de Baby Jane?

Título original: What Ever Happened to Baby Jane?
Año: 1962
País: USA
Dirección: Robert Aldrich
Guión: Lukas Heller
Intérpretes: Bette Davis, Joan Crawford y Victor Buono
Basado en: ¿Qué fue de Baby Jane? de Henry Farell
Fotografía: Ernest Heller
Música: Frank De Vol
Montaje: Michael Lucciano

Valoración: 9/10



Baby Jane Hudson (Bette Davis) fue una niña prodigio que en 1917 arrasaba en los teatros americanos mientras su hermana Blanche (Joan Crawford), que según su padre no tenía ningún talento, la miraba entre bambalinas. Años más tarde, en pleno esplendor de Hollywood, Baby Jane conseguirá pequeños papeles gracias a que Blanche, la estrella del momento, obliga a los productores a contratarla. Una noche, al volver de la fiesta del estreno de la última película de Blanche ovacionada por todos, y coincidiendo con la negativa de los estudios a estrenar la última cinta de Jane, Blanche sufre un misterioso atropello que la deja paralítica, apartándola del cine. La historia arranca al cabo de varios años y nos muestra la relación entre las dos hermanas condenadas a vivir juntas en su sombría mansión. Jane es ahora una alcohólica que cree que aún disfruta de la gloria de su infancia y que prepara su regreso triunfal a los escenarios y Blanche, que vive recluida y maltratada por su hermana, no quiere ver en qué se ha convertido la pequeña Jane.


Robert Aldrich rodó en 1962 este magnífico tour de force interpretativo que enfrentó a estas dos bestias pardas dentro y fuera de la pantalla. Bette Davis y Joan Crawford llevaban diversos años disputándose el título de mejor actriz americana de todos los tiempos y estaban rondando los 60 años, edad en la que una actriz no suele encontrar papeles protagonistas. Este papel supuso para ambas un regalo inesperado que las volvió a poner en primerísimo plano y que marcó el final de sus carreras. Esta historia de odio, envidia y resentimiento entre las dos hermanas les iba como un guante, ya que es la que sentían las dos actrices en la vida real. Y ese odio fuera de la pantalla estalló en pleno rodaje. Como grandes divas y según marca el protocolo en Hollywood, la estrella siempre tiene que llegar la última al estudio, hecho que provocó situaciones como que las dos estuviesen un día entero dando vueltas al estudio con el coche esperando que la otra aparcase antes. En una escena del film Bette Davis le da una patada en la cabeza a su hermana y la malvada Bette le propinó una patada de verdad que se saldó con diversos puntos en la cabeza de Joan Crawford. La venganza no se hizo esperar y en el mismo rodaje, en una escena posterior, Bette Davis tiene que arrastrar a Crawford, y cuenta la leyenda que ésta última se cosió piedras en el vestido para destrozarle la espalda a su odiada compañera. Además de estas joyas, ambas siguieron odiándose y dedicándose perlas el resto de su vida. Algunas frases célebres de Bette Davis han quedado para la posteridad: "No me mearía encima de ella, ni aunque estuviera ardiendo", "Se ha ido a la cama con todas los estrellas de la Metro-Goldwyn-Mayer excepto con Lassie" o "No tienen que decirse cosas malas cuando alguien ha muerto, así que diré ¡Qué bien! Joan Crawford ha muerto".


Al margen de las disputas, la historia, basada en la novela de Henry Farell, está construida de forma magistral y nos ofrece unos personajes de lo más realistas. La película se va transformando progresivamente de una apacible cotideanidad a un estado de locura y asfixia gracias al descenso a los infiernos del personaje de Bette Davis. La cinta, dirigida por un Aldrich cercano al Hitchcock de Psicosis, nos ofrece un retrato decadente, crepuscular y macabro, próximo al teatro francés del gran gignol, pero a la misma vez cínico, oscuro y completamente lírico. Además, la magnífica fotografía, marcando constantemente la diferencia entre la luz y la oscuridad para mostrar la diferencia entre la locura, la pesadilla y la realidad que las envuelve es brillante y tiene momentos cercanos al expresionismo alemán. El maquillaje también merece una mención especial en ¿Qué fue de Baby Jane? ya que consigue imprimir la locura en el rostro de Jane gracias a un excesivo y grotesco maquillaje que, según parece, Bette Davis se negaba a quitarse por las noches para dar realismo a su personaje y hacerlo más tétrico a medida que iba perdiendo la razón. Por todo esto, por su novedoso tratamiento explícito de la violencia y por su magnífico final, este cuento siniestro sobre el resentimiento ha pasado a engrosar la lista de cintas míticas de la historia del cine. Si no la habéis visto, no os la perdáis porque sigue siendo tan vigente y actual como en su momento.

Lo mejor: El duelo interpretativo
Lo peor: Que ya no haya estrellas como ellas, capaces de darlo todo dentro y fuera de la pantalla

13 comentarios:

  1. Es una película que tengo pendiente hace mucho. No sé por qué me daba una pereza tremenda pero al leer esto me ha apetecido verla.
    Buen post.

    ResponderEliminar
  2. Vi la película hace muchísimos años y no la he vuelto a ver jamás. Guardo un buen recuerdo de ella, pero tras leerte, entusiata y preciso en tu análisis, la volveré a ver en breve para refrescarla, porque aún la recuerdo con mi mirada de preadolescente que seguro cambiará cuando la vuelva a ver. Pese al tiempo que hace de mi visionado, algunas escenas de Bette Davis las recuerdo con cierto desosiego. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Aldrich tiene una cuantas muy buenas; me encanta 12 del patíbulo, Canción de cuna para un cadáver o el emperador del norte; ando detrás de El rabino y el pistolero y de ésta, que, como le ocurre a Einer, lleva en la recámara muchísimo tiempo (algo que al parecer le pasa a todo el mundo). Muy buen post, anécdotas incluidas (algunas de las cuales ya conocía... son famosas) Un saludo, Alan.

    ResponderEliminar
  4. Que puedo decir de esta peli, es una de mis preferidas y Bette, que grande era...genio y figura hasta la sepultura, no hay que olvidarse de Joan Cranford.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Bette Davis y Joan Crawford se comen la pantalla, espectaculares interpretaciones de dos diosas del celuloide,saludos!

    ResponderEliminar
  6. Ésta película la vi hace un tiempo y me encantó, ambas actrices se lucen con grave talento pero me quedo con Davis, la lucha entre la supervivencia y la maldad cobra un giro inesperado al final, realmente estupenda la obra cinematográfica. Un abrazo.

    Mario.

    ResponderEliminar
  7. Muy buen post Alan, esta cinta la tengo en mi videoteca y ya la he visto un montón de veces. Me parece espectacular, la estética, la tensión entre las dos que como bien dices, se vivía fuera del rodaje, las sombras. Como muy bien defines "decadente, crepuscular y macabro". Muy buena definición.

    Besotes

    ResponderEliminar
  8. Hola a todos,

    Antes de nada gracias por los comentarios!

    Einer, yo llevo años igual, pero al final me animé y la verdad es que me gustó mucho! Ten en cuenta por eso de que año es. Lo digo porque por ejemplo Psicosis está entre mis favoritas, pero el final hoy en día es completamente innecesario...

    David, Bette Davis tiene escenas de recordar para siempre jamás. Ya dirás que te parece en tu revisionado.

    Javi, si te gusta Canción de cuna creo que te encantará esta. Yo me leí un reportaje sobre este rodaje hace un montón de años y aún recordaba las anecdotas. Me parecen de lo más bestial. Vaya par de zorras. Jajaja!

    Susan, bienvenida! Bette era de lo más grande que ha pisado jamás una pantalla y Joan Crawford no se quedaba corta.

    Jesús, Las dos están absolutamente inmensas. El de la Davis es el que más se recuerda por lo extremo que es, pero el de la Crawford es igual de brillante.

    Mario, el personaje de Bette Davis ya sobre el papel es un autentico regalo, pero ella lo borda. Y la idea de mantenerse el maquillaje a lo largo del rodaje le da aun mayor credibilidad. También me encanta el final, sorprendente y perfecto!

    Lala, yo la tenía pendiente hacía siglos, pero creo que algún día me la volveré a poner. Tengo la sensación de que mejora con los visionados.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  9. Siempre he opinado que tras "´Qué fue de Baby Jane" había dos películas: la que vimos y la que no vimos.

    La que vimos es soberbia, principalmente, por las interpretaciones de sus protagonistas que están enormes. A mayores el argumento es inquietante y adictivo.

    La que no vimos es la que cuentas aquí: Joan Crawford y Bette Davis como compañeras de trabajo. Ese rodaje tuvo que ser de lo más interesante, jejeje!

    Me queda con una u otra, o las, es una de mis películas favoritas de Bette, de Joan, de Aldrich y de la historia del cine.

    Enhorabuena por el post!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Hola deWitt,

    No he podido evitar hablar del rodaje. La leyenda a su alrededor es insuperable. Creo que sería un guión perfecto para una peli. ¿Quién era más divina y bruja de las dos? Jajaja

    Y por si fuese poco la película es brutal!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  11. Pues yo también la tengo pendiente. Y la verdad es que me ha gustado tanto tu post que lo remediaré cuanto antes.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  12. Es una película genial, tengo pendiente escribir sobre ella.

    ResponderEliminar
  13. Hola,

    J. Feat J., yo me he pasado años con ganas y sin animarme. Si el post sirve que algunos de vosotros la veais habrá valido la pena, porque es muy chula! Ya dirás qué te ha parecido

    David, bienvenido! Animate a escribirla y así contrastamos opiniones. Ahora me paso por tu blog, que no lo tengo fichado

    Un abrazo!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...