Kinatay

Título original: Kinatay (Butchered)

Año: 2009
País: Filipinas
Dirección: Brillante Mendoza

Guión: Armando Lao
Intérpretes: Mercedes Cabral, Julio Diaz, Jhong Hilario
Fotografía: Odyssey Flores
Música: Teresa Barrozo
Montaje: Kats Serraon

Valoración: 8/10
Web: http://www.filmin.es/pelicula/kinatay

Amanece un nuevo día en Manila. La ciudad en plena actividad es un hervidero. Peping, estudiante en la academia de policía, recoge a su novia y llevan a su hijo a casa de su tía. En lo que parece el día a día normal, cogen el transporte público y se van a al juzgado donde les esperan todos sus amigos para casarse. Todo es alegría y jolgorio, dentro de la más absoluta normalidad se van a comer a un fast food donde cada uno se paga lo suyo. Y es que en Manila las cosas son así, todo va rápido, sin tiempo para pensar ni para muchas florituras. Nada más terminar de comer Peping se tiene que ir, una vez más rápidamente, porque tiene clase en la academia por la tarde. Toda la ebullición de la ciudad y de las vidas de sus habitantes se va apagando cuando llega la noche. Peping se relaciona con un grupo de policías corruptos y hace sus trapicheos con vendedores callejeros para sacarse un dinero extra. Esa noche le dicen que tienen un trabajo especial y que se va a sacar mucho más dinero. Peping no sabe que está a punto de dar un paso del que probablemente nunca podrá dar marcha atrás, lo que tampoco sabe es que esa noche va a cambiar su forma de ver la vida, va a cambiar su propia esencia.

Brillante Mendoza nos expone un prólogo en el que vemos la actividad desenfrenada y cotidiana de Manila para dar paso a un túnel de oscuridad, claustrofobia y horror. Asistimos a la pérdida de la inocencia por parte del protagonista a medida que los hechos se van desarrollando con un claro mensaje: Si pierdes la integridad una vez, la pierdes para siempre. Como espectador, al igual que el propio Peping uno no sabe a lo que se va a enfrentar y a medida que avanza el metraje los peores pronósticos se van cumpliendo. Esa es la gran virtud de Kinatay, transmitir una atmósfera insana, corrupta y sombría, con una fotografía oscura y una cámara temblorosa que no deja  ver casi nada pero que transmite la angustia de su protagonista. Eso es lo que pretende el film que más que una película sobre los negocios sucios de un cuerpo de policía corrupto, es una película de terror psicológico.

Mendoza forma parte de la nueva ola de directores filipinos con una carrera muy prometedora que se enfrenta a los problemas de la censura en su país y a un público que sigue apostando por el cine comercial de palomitas. Con nueve films en su haber desde el año 2005, sus obras tienen una mayor acogida en Europa, muestra de ello es el premio al mejor director que se llevó por Kinatay en Cannes el año 2009. En el festival de Sitges la película también recogió el premio a mejor director y a la mejor banda sonora. A pesar de ello, la película tuvo una mala acogida por la crítica y no gustó, más bien aburrió. Entiendo que la cinta puede llegar a agobiar hasta el punto de hacer perder el interés, para muestra la escena del coche en la que los personajes están saliendo de Manila en medio de las luces caleidoscópicas de la noche con una prostituta que han capturado, exageradamente larga. Lo que para algunos es aburrimiento para otros es desconcertante y desesperante, provocación pura.

Kinatay no es un plato de fácil digestión, es de esas películas que crean división. Es una apuesta muy sencilla pero a la vez muy arriesgada, una apuesta distinta, una larga y oscura pesadilla que se desarrolla a lo largo de un día que nunca acaba y de la que ni su protagonista, Peping, ni el espectador pueden escapar. Por desgracia también es la realidad de muchas personas en su día a día.

Lo mejor: Una dirección perfecta

Lo peor: Es un film difícil y no todo el mundo se sumergirá en su historia