Año: 2013
Pais: España
Director: Pedro Almodóvar
Guión: Pedro Almodóvar
Intérpretes: Javier Cámara, Raul Arévalo y Carlos Areces
Fotografía: José Luis Alcaine
Música: Alberto Iglesias
Montaje: José Salcedo
Web: www.losamantespasajeros.com/
Valoración: 6/10
Un descarado fuera de campo
El vuelo Chavela Blanca de la compañía Península despega de Madrid con destino a México D.F. Un error humano le impedirá aterrizar con normalidad y el avión se verá obligado a dar vueltas por el espacio aéreo español en busca de una pista libre donde tomar tierra de forma segura. La escena del aterrizaje forzoso nunca la veremos, un descarado fuera de campo muestra imágenes del aeropuerto vacío mientras escuchamos el ruido del avión entrando en pista. Pedro Almodóvar, además de ahorrase un dineral evitando filmar un aterrizaje innecesario, nos muestra así que el verdadero protagonista de Los amantes pasajeros, es otro fuera de campo, la crisis.
La escasez de presupuesto se refleja claramente en cada uno de los planos de la película. Los amantes pasajeros está rodada prácticamente de forma íntegra en un estudio que simula los distintos espacios del avión. Almodóvar demuestra una vez más su capacidad sobresaliente para filmar los espacios reducidos, la cabina, primera y segunda clase, sin tener en cuenta los lavabos, otro fuera de campo. Pero la crisis no solo se palpa en las costuras del film, también se hace presente en los retazos de su argumento: desde las noticias que lee el piloto en la prensa hasta la omnipresente especulación aeroportuaria, sin olvidarnos por supuesto de los chanchullos políticos. Es en esta línea dónde Almodóvar, una vez más, vuelve a dejar al margen a los pasajeros regulares del vuelo y centra todo el peso del film en la primera clase: personajes ricos, aislados de la clase media, despojados de todo contacto con la realidad, ajenos al mundo exterior y alejados de la hiperconectividad que gobierna nuestras vidas. De esta manera se verán obligados a ser ellos mismos, afrontando así la segunda gran crisis que nos ha tocado vivir, la moral.
Como suele ser habitual en la filmografía de Almodóvar, Los amantes pasajeros centra todo su peso en los personajes, construyendo sobre ellos una comedia coral e irreal. Además de los cameos de los amigos y habituales de su cine (Penélope Cruz, Antonio Banderas, Carmen Machi, Paz Vega o el propio Agustín Almodóvar), podemos disfrutar de grandes interpretaciones entre las que destacan Cecilia Roth, Lola Dueñas y especialmente los tres azafatos con más pluma de la historia, interpretados de forma hilarante por Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carlos Areces. Los tres brillan con luz propia a lo largo de todo el metraje con varios momentos de gloria que cristalizan en la escena musical petarda donde cantan I'm so excited.
Si decidimos hacer el mismo ejercicio que nos propone Almodóvar con su aterrizaje fuera de campo, es decir, alejar el foco de su última película para revisitar su obra inicial, veremos que Los amantes pasajeros es un regreso a sus orígenes. Almodóvar vuelve a la comedia loca, a la pluma, al cabaret y al cachondeo, a sus personajes simples, a los números musicales y al “caca, culo, pedo, pis” aparcando temporalmente su etapa más seria de alto calado que le ha llevado a ser un nombre habitual en los festivales más prestigiosos de cine. Y no es casual que vuelva ahora de repente. Parece que el manchego se ha propuesto encontrar esa parte de nuestra personalidad que ha quedado fuera de plano hace tiempo, la risa. Además vuelve a usar el petardeo como arma reivindicativa, de la misma forma que en la época de la movida, donde sus películas eran un grito contracultural travestido de obra menor y comedia ligera. Como sus protagonistas que ante una situación dramática deciden darse a la bebida, las drogas y el sexo loco, Almodóvar ante la situación actual española (en la que nada cambia a mejor), nos aconseja que nos riamos y afrontemos nuestros propios miedos desde el humor. Un humor de trazo grueso aplicable a nuestro día a día para plantar cara a la omnipresente crisis que sobrevuela nuestro país sin parar de dar vueltas, como el avión de Los amantes pasajeros.
Una lectura interesante acerca de la película. Desde luego, es desprejuiciada, y como ya he dicho por ahí, tiene bastantes números para convertirse en un título de culto. Sin embargo, creo que al libreto le falta un punto de cocción y los mejores momentos ya existen en otros films del director. Un abrazo.
ResponderEliminarBones ricard!
EliminarLa verdad es que si que es menor y le falta un poquito de muchas cosas, pero entiendo que le apeteciese hacer algo más light. Esperemos que la próxima sea más seria y currada
Un abrazo!
Bueno, yo espero al menos salir con una cara sonriente, el mundo almodovariano es un poco difícil de entrar pero una vez allí se disfruta como pocos. Interesante reseña Alan, a esperar su estreno por estos lares. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenas daniel!
EliminarPues a ver que tal cuando la veas. Si vas con pocas expectativas o sabiendo a lo que te enfrentas puede gustarte. Espero que la disfrutes
Un abrazo!
Pues yo estoy más o menos de acuerdo con la puntuación e incluso con la crítica, pero le veo un grave problema añadido, o al menos para mí, ya que excepto el baile aludido y un par más de secuencias algo "bajas" no me hizo gracia. La vi sin sentir vergüenza ajena como algunos decían, pero sin reirme demasiado. y ésa cierta indiferencia me jode por ser un film de Almodóvar. Al revés que muchos, me gusta cuando sale del avión y aparece la hermosa Blanca Suarez. U film muy imperfecto, con un guión muy flojo y que alguna secuencia y el buen hacer de los actores salva, solo en parte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bones David!
EliminarMuy de acuerdo, también en lo guapa que es Blanca Suarez
Si que es imperfecto, pero si es una obra menor entoiendo que no se deje el alma. Espero que eso se lo reserve para la próxima
Un abrazo!