domingo, 8 de mayo de 2011

The saddest music in the world

Título original: The Saddest Music in the World
Año: 2003
País: Canadá
Dirección: Guy Maddin
Guión: Kazuo Ishiguro, Guy Maddin, George Toles
Intérpretes: Mark McKinney, Isabella Rossellini, Maria de Medeiros
Fotografía: Luc Montpellier
Montaje: David Wharnsby

Valoración: 8/10



Estamos en la época de la Gran Depresión en Winnipeg (Canadá), la Baronesa  Lady Helen Port-Huntley (Isabella Rosselllini), propietaria de una gran compañía de cerveza, se da cuenta de que la crisis está aumentando la depresión anímica de la sociedad y con ello el consumo de alcohol. Ante esta situación decide organizar un concurso donde se escogerá la canción más triste del mundo, para aumentar más el consumo de cerveza y así obtener más ingresos. El concurso atrae a músicos de todo el mundo pero lo que la Baronesa no se espera es reencontrarse con sus antiguos fantasmas del pasado, la familia Kent. Chester Kent (Mark McKinney), empresario fracasado que acaba de regresar a Winnipeg, decide representar a Estados Unidos ayudado por Narcissa, su amnésica novia (María de Medeiros), mientras que su hermano Roderick (Ross Mcmillan) hace lo propio por Serbia, lugar donde perdió a su hijo y desapareció su esposa. Complicando aún más la situación, Fyodor, padre de Chester y Roderick, participa también representando a Canadá. El destino de todos los personajes se une en la persona de la baronesa Port-Huntly, antigua amante de Chester que perdió las piernas por la negligencia de Fyodor después de un accidente de coche.


Guy Maddin nos presenta una atmósfera onírica y expresionista con una serie de personajes arrastrados por sus extremos sentimientos de hipersensibilidad y nostalgia. Para ello se rodea de un reparto perfecto, una Isabella Rossellini  que encarna a la malvada Baronesa, reina de la cerveza, de forma magistral con algunas de las mejores escenas de la película. Acompañándola en el reparto, una fantástica María de Medeiros caracterizando a la musa y novia de Chester y Mark McKinney interpretando al propio Chester, un personaje que ha vivido siempre al límite de la tristeza durante toda su vida. Todo ello se nos presenta en una fotografía en blanco y negro (salvo algunas escenas) rodada en super8 que recrea una atmósfera opresiva, lúgubre y nostálgica, digna del mejor cine noir que desemboca en auténticos momentos de humor circense.

Este año el Festival de cine de Autor le ha dedicado toda una retrospectiva al director canadiense Guy Maddin, inédito en muchas de las salas comerciales de nuestro país. Nacido en la ciudad de Winnipeg (ciudad en la que trascurre The saddest music in the world y a la que también ha dedicado un extraño documental surrealista, My Winnipeg), su educación cinematográfica se inició y consolidó al margen de cualquier escuela, rodando breves piezas con amigos los fines de semana. Emulando a los grandes pioneros del cine mudo (Murnau, Wiene, Vigo, Berkeley o Feuillade), estamos ante uno de los creadores con una visión más particular y personal del séptimo arte.


The saddest music in the world gozando de una gran ironía nos transporta hacia una historia trágica, mezcla de géneros y experimentación formal. Con un guión original de Kazuo Ishiguro, autor de la también genial Lo que queda del día, caracterizado por sus novelas con una psicología de angustia y recuerdo del pasado, con escasos personajes y un hilo argumental débil, muy oriental. La música más triste del mundo se presenta como una gran introducción al universo experimental de Maddin para aquellos que no lo conocíamos, autor que ya ganó en el 2002 el Festival Internacional de cine de Sitges con Dracula, Pages From a Virgin's Diary, versión  ballet de Drácula con una visión muy clásica.

Lo mejor: Sin duda alguna, Isabella Rosselllini, la reina de la cerveza.
Lo peor: Un plato de gourmet quizás no apto para todos los paladares.


7 comentarios:

  1. Estupenda crítica. Tiene muy buena pinta y me atrae si cabe más por no saber nada ni de la peli ni de su director; lo que nos cuenta parece interesante y original. La presencia de Isabella Rossellini es un añadido a destacar; me parece una gran actriz, de mucha fuerza y carismática, un icono del sufrimiento en Blue velvet. Un saludo, BCN. Hasta otra.

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  2. Muchas gracias Javi! Gracias a ti por el comentario!
    Ayer la vi en el festival de cine d'A y me quedé impresionado. Es la primera película que veo de Guy Maddin,y la fuerza visual y estética es impresionante. Cine clásico en estado puro. Ya me lo esperaba después de leer las declaraciones del propio Maddin de esta semana: "El cine primitivo me provoca erecciones". The saddest music in the world es una extravagancia que vale mucho la pena y creo que una buena vía de entrada a un director muy especial. Un saludo Javi!

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  3. Qué pena no haber estado en ese festival. Tu comentario invita a ver la peli, sin duda. No la he visto, y prometo remediarlo.

    Gran frase la de Maddin, por cierto.


    Un saludo!!! Y gracias por la recomendación. ;)

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  4. De lo que había leído sobre Maddin y sobre el festival de autor ésta película me sedujo por completo, que tenga un guión de Ishiguro, que sea cine de autor y que tenga a Rossellini actuando en un personaje que pierde las dos piernas me parece bastante como para hacer una película de más atractiva. Tengo a Maddin entre mis próximas adquisiones, de todas maneras tengo que encontrar algo de él, me genera mucha curiosidad. Un abrazo.

    Mario.

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  5. J. feat. J, Te recomiendo la peli está muy interesante. La frase de Maddin la quería poner en la crítica y al final se me pasó, jajaja, es muy buena. Un saludo!

    Mario, Rosellini está fantástica. Maddin es todo un creador, un universo de cine clásico contemporáneo por descubrir, me alegro de que te interese. En el portal de Filmin, por 4,95 euros puedes ver 17 películas relacionadas con el festival. Entre ellas está The saddest music of the world y Dracula de Maddin. Un abrazo!

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  6. Es una muy buena película y no sé si estarás de acuerdo conmigo que una de las mejores para iniciarse en Maddin porque pese a que es un director muy extraño y personal y que no tiene ninguna película comercial, esta es quizás una de las menos marcianas y se ve sin aburrirse en ningún momento. Quizás el Drácula o My winnipeg sobretodo, pueden ser más difíciles. Un abrazo.

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  7. jeje Pues sí, es muy recomendable para iniciarse en Maddin, te lo digo yo que es la primera película que veo de él XD Es cierto que aunque es muy poco comercial y muy independiente la película es muy entretenida. Después de verla intentaré ir repasando la filmografía de Maddin, soy consciente de que puede ser un poco durillo, iré viéndolas con el tiempo y en pequeñas dosis. Un abrazo!

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