martes, 21 de diciembre de 2010

Moon

Título original: Moon
Año: 2009
País: Reino Unido
Dirección: Duncan Jones
Guión: Duncan Jones y Nathan Parker
Intérpretes: Sam Rockwell y Kevin Spacey
Fotografía: Gary Shaw
Música: Clint Mansell
Montaje: Nicolas Gaster

En 2009 se cumplieron los 40 años de la llegada del hombre a la Luna, ese año se estrenó la impresionante Moon. La opera prima de Duncan Jones, hijo de David Bowie, pasa a formar parte de esa escasa lista de películas actuales de ciencia ficción que tiene su principal baza en el argumento y no en los efectos especiales. En este sentido resulta más cercana a Gattaca o a las películas de género de los 70 y 80 que a las nuevas películas de ciencia ficción que llegan cada año a nuestras salas, aunque su máximo referente es sin duda 2001 una odisea del espacio.


La historia nos traslada a un futuro próximo en que la Tierra se queda sin recursos energéticos. La solución a este problema viene de una empresa privada que obtiene Helio-3 en instalaciones mineras en la Luna. Para esta tarea se envía a un hombre a una estación lunar completamente automatizada para realizar las tareas de control y mantenimiento durante un periodo de tres años, al final del cual regresa a la Tierra y es substituido por otro. El protagonista de nuestra historia, Sam Bell, está completamente solo a excepción de Gerty, un robot que en la versión original tiene la voz de Kevin Spacey y que nos recuerda a Hal 9000. La historia arranca cuando Sam está a punto de terminar su periodo y se prepara para el esperado regreso a casa. Un día sufre un accidente y en una expedición a una de las bases lunares descubre a un hombre que es físicamente igual que él.

Este punto de partida, que podría ser sacado de una película de Lynch, le sirve a Duncan Jones para crear una historia profundamente humana y universal que profundiza en la psicología y que lanza preguntas filosóficas al espectador acerca de la esencia última del ser. ¿Que es necesario para ser humano? Si son los sentimientos, una máquina con sentimientos, ¿es humana? ¿O es el libre albedrío lo que nos hace humanos? ¿Cómo afecta el entorno o la soledad al propio ser? O la pregunta más brutal del film: Si uno se conociese a si mismo en persona, ¿se caería bien?


Duncan Jones consigue con pocos elementos y una dirección magistral rodar una película de aire indie que pasará a formar parte de los referentes de la ciencia ficción. Para esta tarea cuenta con algunos ases en la manga. Por un lado está la magnífica interpretación de Sam Rockwell, que consigue dar al personaje todos los matices necesarios para la historia. Por otro lado cuenta con unos decorados fantásticos, herederos de las cintas clásicas, basados en maquetas y retocados por ordenador dándole realismo a la historia. También cuenta con la banda sonora de Clint Mansell, habitual de Darren Aronofsky, logrando así una obra hipnótica, inquietante y asfixiante que se adapta como un guante a la trama. Finalmente añade múltiples guiños a clásicos de ciencia ficción de los 70 que harán que los fanáticos del género vean la película más de una vez para detectar esos homenajes.

Ganadora en el festival de Sitges 2009 de los premios a mejor película, mejor guión, mejor actor y diseño de producción. Habrá que seguir de cerca la carrera de este director novel, que es capaz de conmover, hacer pensar y disfrutar mientras desgrana una historia tan impactante como la de Moon. Esperemos que su próxima cinta lo confirme como un nuevo gran director y no pase a engrosar esa lista de one hit wonders.

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